La nueva línea ejecutiva de Corfo ha resuelto que el programa Start-Up Chile siga adelante, manteniendo su nombre, pero con una serie de modificaciones y mejoras. El diagnóstico de las autoridades señala que éste es un programa que tiene buena imagen internacional y que ha generado que el concepto de emprendimiento dinámico entusiasmara a distintos agentes del ecosistema de innovación, en especial a nivel de las universidades.
Sin embargo, han apuntado en Corfo, la idea de hacer mejoras y modificaciones al programa tiene que ver con lograr un impacto más significativo en la economía nacional, lo que debiera expresarse en un mayor número de empresas generando empleos, producción y ventas.
A juicio de la entidad dependiente del Ministerio de Economía, los resultados del programa hasta el momento no han tenido el resultado esperado en términos de impacto económico, lo cual justifica la revisión y modificación del mismo, anuncios que se darían a conocer en junio.
Más allá del diagnóstico y los énfasis diferentes que pretenden introducir las nuevas autoridades, su decisión de mantener el programa Start Up Chile como marca acuñada es una buena noticia. Este programa nacido en 2010 con el propósito de insertar a Chile en el ecosistema del emprendimiento internacional ha recibido evaluaciones positivas dentro y fuera del país, asociando el nombre de Chile con dos de los valores más dignos de promoción, a saber, el emprendimiento y el escalamiento de negocios, ya que la iniciativa privada individual es clave no sólo para resolver problemas sociales, sino que además para reforzar las bases del crecimiento.