Mientras la semana pasada los ojos del continente estaban puestos en la suspensión de la presidenta Dilma Rousseff en Brasil y su reemplazo con el ex vicepresidente y ahora mandatario interino Michel Temer, en la vecina Argentina la ex presidenta Cristina Fernández y su hijo Máximo Kirchner fueron imputados por cohecho en la causa conocida como “Los Sauces”, quecomprende la recepción de pagos o “coimas” a cambio de la entrega de beneficios y tratamientos preferenciales ilegales.
Asimismo, Fernández fue procesada el viernes “por administración infiel en perjuicio de la administración pública” por el juez federal Claudio Bonadio, en el marco de la causa que investiga presuntas irregularidades en la venta de dólar futuro durante el final de su segundo mandato. Esa causa se abrió a partir de una denuncia presentada por los entonces jefes de los bloques de diputados del radicalismo argentino, Mario Negri, y del PRO, Federico Pinedo, quienes no habían acusado directamente a la ex mandataria. Asimismo, Bonadio investigará al ex titular del ministerio de Economía, Axel Kicillof y el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, además de otros 12 ex funcionarios públicos kirchneristas.