Presiones a la baja en el precio del cobre
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El nivel de precio del cobre es una variable clave para la economía chilena, no sólo porque la venta del metal representa la mitad de nuestras exportaciones, sino también porque incide fuertemente en las arcas fiscales.
En días recientes se ha observado una sostenida baja en el precio, lo que ha motivado una serie de ajustes en las proyecciones. Tras el súper ciclo del cobre iniciado el año 2004 y el peak de precios alcanzado en 2011 -US$ 3,99 la libra- la tendencia ha sido a la baja y todo indica que los pronósticos hacia delante no son más alentadores.
La desaceleración económica de China ha levantado señales de alarma, toda vez que representa cerca del 45% del consumo global de cobre. Las altas tasas de crecimiento observadas en el pasado, sostenidas por una fuerte inversión pública y consecuente elevado endeudamiento, difícilmente se repetirán. Eso permite prever una menor demanda en los años venideros, que no será más que parcialmente compensada por el mayor consumo de otros países emergentes, como India.
Por el lado de la oferta, la bonanza de precios impulsó el desarrollo de proyectos, lo que aún se hará sentir en la mayor producción de cobre de los próximos años. De este modo, debiera observarse una situación de superávit en el mercado del cobre que mantendría la presión a la baja en los precios del metal hasta, a lo menos, el año 2017.
Eventualmente, más adelante, podría repuntar el precio del cobre producto de la ralentización en la ejecución de proyectos, pero no habiendo expectativas de un mayor dinamismo de la demanda, difícilmente podrán volver a alcanzarse los atractivos precios del pasado.