En medio de expectativas divididas a nivel de expertos, el consejo del Banco Central resolvió en definitiva tomarse una pausa y aplazar, muy probablemente para su reunión de marzo, el esperado nuevo recorte de la tasa de interés rectora de la economía. Con su mesa completa, la entidad muy probablemente tuvo a la vista el inesperado dato de IPC de enero, la conveniencia de hacer conversar sus decisiones monetarias con el proceso de análisis y confección de proyecciones para el Informe de Política Monetaria (IPoM) que se dará a conocer en marzo, y la introducción en el proceso interno de reflexión de la visión de la nueva integrante de la mesa, Rosanna Costa.
Con todo, y junto con la pausa, el instituto emisor dejó trazada una muy probable ruta monetaria, la que incluiría casi con certeza una baja de tasa de interés en la próxima reunión. Así lo concluyó el mercado tras leer el comunicado del Central, el que subraya que “en el escenario más probable, se hará necesario incrementar el impulso monetario en el corto plazo”.
Para un sector de los analistas, la señal del Banco Central resultó adecuada, ya que está en una sintonía prudente con situaciones aún en pleno desarrollo tanto a nivel local como internacional. En ese contexto, la probable revisión de proyecciones que traería el IPoM de marzo y las definiciones y anuncios que están progresando a diario a nivel externo, especialmente en Estados Unidos, son elementos sustantivos que seguramente el consejo consideró necesario tener más decantados, antes de tomar una decisión que, en todo caso y como prevé el mercado, casi con seguridad se adoptará el próximo 16 de marzo.