Multilateralismo sin peso
En menos de una semana se han impuesto y pausado alzas arancelarias por parte de los bloques en conflicto en la guerra comercial, con pérdidas millonarias en los mercados bursátiles, declaraciones destempladas, amenazas, una incertidumbre creciente y duros efectos sobre la economía mundial. Todo como consecuencia de las acciones unilaterales iniciadas por Donald Trump, replicadas por los países afectados. El caos está lejos de disiparse, pues pese a la suerte de tregua parcial actual, lo único cierto es lo impredecible de las acciones del Presidente estadounidense.
Esta guerra comercial no solo amenaza el intercambio global. También alimenta presiones inflacionarias, impone distorsiones proteccionistas, ralentiza el crecimiento y limita el desarrollo de tecnologías clave para enfrentar desafíos estructurales, como el cambio climático, la seguridad alimentaria y la transición energética.
En este escenario de incertidumbre, los grandes ausentes han sido los organismos multilaterales, en particular la Organización Mundial de Comercio (OMC). La propia OMC ha advertido que las nuevas barreras arancelarias podrían reducir el comercio internacional de bienes en 1% este año; mientras que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo destacó hace poco que dos tercios del intercambio mundial ocurre sin tarifas, lo que subraya cuán dependiente es el crecimiento global de un comercio abierto y previsible.
Sin embargo, estos organismos han fallado, hasta ahora, en articular una estrategia que detenga la escalada de agresiones. La OMC fue concebida, precisamente, para evitar que disputas comerciales desemboquen en guerras económicas abiertas. Pero sin una intervención activa -no solo técnica, sino política y diplomática-, el sistema queda a merced de decisiones bilaterales arbitrarias, sin mecanismos eficaces de contención, y con efectos potencialmente devastadores.
Solo en los primeros días de esta semana, las Bolsas globales perdieron US$ 10 billones en capitalización, más que todo el PIB de Latinoamérica. Y tras la efímera euforia del miércoles, los mercados estadounidenses amanecieron este jueves con fuertes pérdidas. La rectificación parcial de Trump no ha alejado las preocupaciones del mercado porque ha dejado claro que no hay una estrategia coherente. Un síntoma más de las decisiones erráticas fue la corrección del castigo arancelario aplicado a China: lo que se anunció como un 125% se transformó en 145%, al sumarse un 20% previo impuesto bajo la excusa del fentanilo.
Frente a potencias que usan el comercio como herramienta de presión geopolítica, el multilateralismo debe funcionar como freno institucional, evitando que se consolide un escenario donde impere la fuerza por sobre las reglas. Si estas instituciones no logran ejercer su rol, lo que quedará será un orden sin reglas. Y, entonces, hablar de multilateralismo será apenas una nostalgia diplomática.