VER MÁS
MARKET DATA
<%userdata?.email%>
Editar perfil
Salir
(Twitter)
Instagram
Facebook
LinkedIn
YouTube
TikTok
Alto contrasteFue un año difícil el que concluyó recién. Al pobre crecimiento económico, motivado por factores externos, como la desaceleración en China y su consiguiente impacto en el precio del cobre, e internos, principalmente las numerosas y muchas veces desprolijas reformas impulsadas por el gobierno, se sumaron una serie de escándalos empresariales y complejidades de todo tipo que terminaron por mermar en forma significativa las confianzas.
Y, como es obvio, un ambiente de incertezas, escepticismo y sospechas no favorece ni las inversiones, ni la generación de empleos; tampoco, el desarrollo, la creatividad y la equidad.
El inicio de un nuevo año siempre da la posibilidad de evaluar lo que se hizo, enmendar rumbos y emprender caminos renovados.
En las páginas de nuestra primera edición de 2016, líderes de distintos ámbitos de la actividad económica y política coinciden en la urgencia de recobrar las confianzas para superar los escollos que impiden recuperar un crecimiento sólido y sostenido.
Con miradas diversas y puntos de vista a ratos divergentes, plantean que para ello son necesarias algunas acciones concretas, como mejorar sustancialmente los estándares de transparencia y probidad de nuestras instituciones, apuntar a la productividad como tarea clave y adoptar el diálogo constructivo como práctica habitual para buscar acuerdos sobre las políticas públicas.
El marco que nos da la economía internacional será seguramente tanto o más desafiante que el de 2015 y las complejidades domésticas no se superan con buenas intenciones, pero el aporte de los actores principales de la actividad puede dar paso a un comienzo mucho más auspicioso.
