Brasil registró en el tercer trimestre del año una contracción récord de 4,5% interanual.
El dato superó las estimaciones de los analistas, y se transformó en la mayor caída desde que se lleva registro de la actual serie, en 1996.
La incertidumbre económica y política sigue golpeando con fuerza a una ya deteriorada actividad en ese país, que ha debido afrontar no sólo la baja en los precios de los commodities y la desaceleración de la demanda interna, sino también lidiar con los escándalos de corrupción que involucran a grandes empresas e importantes personeros del partido gobernante, incluida la Presidenta Dilma Rousseff.
El último capítulo de esta teleserie brasileña, fue el arresto la semana pasada del entonces CEO y controlador de BTG Pactual, el mayor banco de inversiones de la región.
Sin embargo, parece que lo peor aún está por venir. Tras la publicación de los datos al tercer trimestre, los analistas corrigieron a la baja sus estimaciones de variación del PIB para este año y el próximo.
Así, hoy se espera que la economía más grande de Sudamérica caiga cerca de 3,5% este año y otro 3% en 2016 y han insistido que no ven ninguna luz respecto a una reversión de esa tendencia en el mediano plazo.