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Alto contrasteLa crisis política y económica en Brasil sigue avanzando como una avalancha que arrasa con todo a su paso. Más de un centenar de personas han ido arrestadas, vinculadas a actos de corrupción, entre ellos, ex ministros y algunos de los empresarios más importantes del país. Los tribunales están investigando además a 47 políticos de gobierno y oposición.
La última víctima de la debacle es el ministro de Hacienda Joaquim Levy, que llegó a formar parte del segundo período de la presidenta Dilma Rousseff. Tras más de una década de expansión del gasto, el nuevo ministro llegaba con el desafío de recuperar la confianza de los inversionistas aplicando un necesario plan de ajuste fiscal.
Sin embargo, la crisis política y el caos dentro de los partidos fue un obstáculo demasiado grande. Tras meses de rumores y una férrea defensa de Rousseff, Levy finalmente dejó su cargo la semana pasada. El ministro habría condicionado su permanencia a una meta de recorte del gasto que finalmente no se pudo lograr.
Uno tras otro han ido cayendo las grandes figuras y en el centro del conflicto va quedando cada vez más sola la presidenta Rousseff. La gran pregunta ahora es cuánto tiempo más podrá ella misma soportar.
