La bolsa local no ha sido ajena a las incertidumbres que se mantienen a nivel internacional y que pueden tener efecto en el mercado accionario chileno. Ello se refleja en la caída anual de más de 13% que exhibe el principal referente de la Bolsa de Comercio de Santiago.
Y estas mayores aprensiones siguen encabezadas por China y la desaceleración que exhibe su economía. Por estos días, los distintos agentes están atentos al PIB del segundo trimestre, cifra que el gigante asiático anunciará la noche del domingo. Desde ya se anticipa que estará por debajo a la expansión registrada en los tres primeros meses del año y que implicó una decepción para los analistas.
Dado su rol chino como mayor demandante global de cobre y las consecuencias que la ralentización económica de ese país tenga en los ingresos fiscales de Chile, el mercado bursátil local ha mostrado nuevas preocupaciones al respecto, pese a que esta variable había sido incorporada hace unos meses.
Si bien ya algunas corredores han recortado sus estimaciones para el cierre del IPSA este año -que ayer terminó en 3.730 puntos-, otras mantienen el optimismo y señalan que superará las 4.300 unidades.