En una reunión extraordinaria, el lunes el Banco de Israel decidió recortar la tasa de interés de referencia hasta 1,5%, medida que sorprendió al mercado. No es el único banco central que ha procedido de esa manera, dado que en las últimas semanas se ha verificado una serie de recortes en Europa y Australia.
Los pronósticos de economistas señalan que en medio de un crecimiento global débil, distintos emisores del mundo están dispuestos a lanzar una nueva ola de relajamiento monetario para reactivar sus economías.
Los ojos, por supuesto, están puestos en los pasos que siga la Reserva Federal de Estados Unidos, que a principios de mayo reiteró que su programa de compra de bonos continuará hasta que mejore la perspectiva para el mercado laboral y que está lista para elevar o recortar el nivel de adquisiciones.
No obstante, no existe consenso sobre esta nueva ola de estímulos y, por el contrario, ya algunos expertos plantean que lo que viene ahora es un retiro gradual de ellos.
Que se dé este último escenario no será indiferente para las empresas chilenas. De hecho, no son pocas las compañías locales que están aprovechando las atractivas condiciones para captar recursos en el exterior. En lo que va del año, las colocaciones de bonos fuera de Chile triplican las realizadas a nivel local. Tasas cercanas a cero y apetito por instrumentos de países emergentes ayudan a explicar el fenómeno.
Considerando las señales que estarían anticipando una desaceleración de la economía chilena, pareciera adecuado que las empresas se hayan anticipado a contar con financiamiento en condiciones que en el corto plazo pueden no repetirse.