En momentos en que persiste la preocupación sobre la desaceleración de la economía de China y la salud de su sistema crediticio, junto a un deterioro en Rusia, la zona euro ha sumado nuevas cifras favorables que han aportado una nota de optimismo en el mapa global, al que se agregan las que está mostrando Estados Unidos tras el momento más duro del crudo invierno.
En efecto, según los datos de Markit Economics, el índice de gerentes de compra (PMI) compuesto de la zona euro, que mide manufacturas y servicios, subió en abril a 54, desde 53,1 en marzo, su nivel más alto en en casi tres años.
Como ha sido tradicional, el motor que es Alemania lideró, con un PMI de las empresas de manufacturas y servicios que pasó de 54,3 en marzo a 56,1 en abril, pero también hubo desempeños favorables en Italia, España e Irlanda, en un cuadro positivo en el que la excepción la constituyó una caída en el caso del indicador de Francia.
Según observadores, las mejores cifras en la zona euro han reducido la posibilidad de que el Banco Central Europeo pudiera decretar hoy un estímulo adicional, ya sea por la vía de una reducción en las tasas de interés o mediante otros caminos no convencionales.