Brasil frente al desafío de recuperar el rumbo
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Brasil usó el auge de comienzos de la década para financiar una ola de expansión fiscal que ayudó a sacar a millones de personas de la pobreza, pero que dejó las arcas públicas debilitadas.
Ahora, con la economía hundiéndose, se encuentra en el peor de los mundos. Para retomar el crecimiento debe recuperar la confianza de los inversionistas cerrando la brecha fiscal, lo que significa elevar los impuestos y recortar los subsidios.
Pero debe hacerlo justo en momentos en que crece el desempleo y la recesión golpea a los hogares, lo que genera descontento en esa población que se había acostumbrado a dar por sentados los beneficios de un Estado protector.
El giro en la política está causando estragos dentro de partido de la presidenta Dilma Rousseff, que no quiere ver amenazada su base de apoyo electoral. También ha generado tensiones con su ministro de Hacienda, que lidera el plan de ajuste.
La semana pasada Rousseff hizo una fuerte apuesta y salió a reafirmar a los inversionistas diciendo que cumplirá la meta fiscal de este año a cómo dé lugar. La mandataria deberá ser valiente para mantener el rumbo mientras se desploma su popularidad con la gente y con sus aliados políticos.
