El gobierno chino anunció este miércoles una serie de medidas para apoyar el crecimiento.
Bajo este esquema, el gobierno venderá bonos por US$ 24 mil millones para financiar una red ferroviaria en las regiones menos desarrolladas del centro y oeste del país, y creará un fondo de hasta 300 mil millones de yuanes anuales para financiar otras inversiones ferroviarias.
El paquete de medidas también incluye la extensión de los beneficios tributarios a más empresas y el aumento del financiamiento para la construcción de viviendas.
Todos estos anuncios se vienen a sumar a un agresivo plan de urbanización presentado en marzo que tiene por objetivo fortalecer la demanda interna.
De todos modos, los anuncios no colmaron las expectativas; de hecho se quedó corto frente a las acciones más agresivas que anticipaban los inversionistas, especialmente cuando se espera que el gobierno anuncie este mes que el crecimiento del PIB se desaceleró a 7,3% en el primer trimestre, por debajo de la meta de 7,5% para el año.
Por esta razón, el mercado calificó las medidas como un paquete de “mini estímulos”, ya que esperaba reformas mucho más profundas para reactivar la economía.