El precio del petróleo, que esta semana ha marcado mínimos en siete años por debajo de los
US$ 40 por barril -Brent y WTI-, no pareciera que pudiera repuntar en los próximos meses, de acuerdo a las estimaciones.
En efecto, según cálculos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda se mantiene débil y una potente nación productora como Irán volverá al mercado, lo que constituye al menos dos razones para no anticipar una recuperación en los precios en 2016.
De hecho, entre los inversionistas no hay muchas esperanzas que la tendencia a la baja se revierta pronto, en especial tras la decisión de la OPEP, liderada por Arabia Saudita, el viernes pasado de mantener la producción actual para no perder posición de mercado, ante otros competidores que tienen costos más elevados, como Estados Unidos y su petróleo esquisto. Mientras, la demanda por el combustible se ha seguido debilitando, en línea con las menores perspectivas de la economía china, uno de sus mayores consumidores.
Para un importador de petróleo como Chile se trata de una proyección favorable por el lado de los costos, aunque su efecto dependerá de la evolución del tipo de cambio.