Aumento de la inflación en la economía brasileña

El enfriamiento del consumo como consecuencia de las mayores tasas de inflación que se registran en la economía de Brasil ha hecho que la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff baje por primera vez desde que asumió en enero de 2011.

Si bien la aprobación aún se mantiene en niveles altos -por sobre el 50%-, dos sondeos conocidos en los últimos dos días han mostrado la misma tendencia, dando cuenta de la menor satisfacción de los brasileños por el desempeño de la economía. El ejercicio 2012 cerró con una expansión del PIB de sólo 0,9%, lejos del 7,5% que anotó en 2010, que de paso fue su mejor registro en una década. El crecimiento del primer trimestre tampoco contribuyó a mejorar los ánimos, ya que el 0,6% estuvo por debajo de la expectativa de 0,9% de los analistas.

Pero lo que tiene más preocupados a los consumidores y a las autoridades es el alza de los precios. Ya el mes pasado el Banco Central aceleró el ritmo de aumento de la tasa de interés, al aprobar un incremento de 50 puntos base hasta 8% en su intento de contener el avance de la inflación. Esta se ubica en un nivel anualizado de 6,5%, por sobre del rango meta establecido por el emisor, que es de 4,5%.