El Banco Central ha dado a conocer que en el primer mes de 2016 el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) tuvo un avance interanual de 0,3%, un resultado que fue mejor a lo que se esperaba en el mercado -había especialistas que incluso anticipaban una contracción-, pero que de todos modos es el peor resultado desde marzo de 2010 tras los efectos del terremoto del 27 de febrero de ese año, y da cuenta de una economía que no logra levantar cabeza.
De acuerdo con lo informado por el Banco Central, en enero se registró un día hábil menos que en el mismo mes del año pasado y en el resultado incidió, principalmente, el crecimiento de las actividades de servicios, efecto que fue compensado por las caídas de minería e industria manufacturera.
De este modo, 2016 parte aún más bajo que como concluyó 2015 y los datos difundidos ayer vuelven a poner de relieve la necesidad de medidas concretas por parte de la autoridad que consigan reactivar las inversiones, devolver ánimo a los consumidores, conseguir una mejoría en las expectativas de los empresarios y volver echar a andar el motor de una actividad económica que persistentemente transita en una marcada debilidad.