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Alto contrasteEn 2011, el estudio Fuerza Laboral en la Gran Minería Chilena estableció que la industria enfrentaba un escenario de estrechez de mano de obra. Este diagnóstico se actualizó en 2013, concluyendo que, pese a la postergación de inversiones, las brechas a 2020 se mantienen. Se agrega la necesidad de mejorar la productividad laboral. Los esfuerzos individuales de capacitación por parte de las empresas mineras y proveedoras parecen insuficientes para cerrar las brechas detectadas.
Frente a este escenario el Consejo Minero creó el Consejo de Competencias Mineras (CCM), entidad que genera y difunde anualmente información sobre brechas de capital humano y sobre estándares para formar y certificar en ocupaciones críticas para la cadena de valor del sector. La difusión pública de esta información tiene por fin invitar a las instituciones formativas a mejorar su oferta. Se trata de un esfuerzo de colaboración sectorial sin precedentes en Chile, inspirado en los Industry Skills Councils de Australia. En 2013 el CCM recibió un premio Avonni, siendo un referente para otros sectores con desafíos de productividad laboral.
En forma complementaria al CCM, se creó la iniciativa VetaMinera, que coordina los esfuerzos del sector productivo con los del Estado, para aumentar la participación laboral de jóvenes y mujeres inactivos. VetaMinera busca atraer a esta población a calificarse en oficios técnicos, verificando previamente su compatibilidad con el trabajo en minería. La formación es provista por instituciones que han diseñado sus cursos en base a los estándares del CCM.
Las personas que cumplen los exigentes requisitos de los cursos, acceden a oportunidades de intermediación laboral, apoyados por una plataforma web, para optar a ofertas laborales en empresas mineras o proveedoras. VetaMinera es un ejemplo de un modelo que combina servicios de formación con apoyo integral para facilitar la inserción laboral, en sintonía con las necesidades del mercado. La evidencia internacional muestra que fórmulas como ésta, aumentan el impacto y rentabilidad social de los recursos invertidos para mejorar la inserción laboral en empleos productivos.
¿Desafíos pendientes? En el caso de la minería la consigna es aspirar a contar con una oferta formativa acreditada de clase mundial. En el caso del país, avanzar en una reforma que integre en forma virtuosa formación en oficios, intermediación e inserción laboral.
