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Columnistas

Un mundo en convergencia

Durante casi dos siglos, a partir de alrededor de 1800...

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 9 de mayo de 2012 a las 05:00 hrs.

Durante casi dos siglos, a partir de alrededor de 1800, la historia de la economía mundial fue en general una de divergencia de los ingresos medios. En términos relativos, los países ricos se enriquecieron aún más. También hubo crecimiento en los países menos desarrollados, pero de manera más lenta que en los ricos, y fue elevándose la brecha entre sus niveles de prosperidad.



Esta “divergencia” era muy pronunciada en la época colonial. Disminuyó después de la década de 1940, pero no fue hasta alrededor de 1990 que se pudo observar una tendencia totalmente nueva: la convergencia de los ingresos promedio del grupo de países ricos con los del resto del mundo. De 1990 a 2010, el ingreso promedio per cápita en los países emergentes y en desarrollo casi triplicó los ingresos medios en Europa, Norteamérica y Japón, en comparación con tasas de crecimiento menores o, a lo sumo, iguales durante casi dos siglos.

Se trata de un cambio revolucionario, pero ¿continuará esta tendencia que lleva ya 20 años? ¿Mantendrá la convergencia su rápido ritmo, o será más bien una fase pasajera en la historia económica mundial?
A menudo, las proyecciones a largo plazo de tendencias de corto plazo han resultado ser erróneas. A finales de la década de 1950, después de que la Unión Soviética lanzara su primera nave espacial, eminentes economistas occidentales predijeron que sus ingresos superarían a los de EEUU en unas pocas décadas.

Más tarde, en la década de 1980, el espectacular crecimiento de Japón llevó a algunos a predecir que superaría a EEUU, no sólo en términos per cápita, sino incluso en términos de algunos parámetros de “poderío económico”.

Con frecuencia estos tipos de proyecciones se han basado en extrapolaciones de tendencias exponenciales. En dos o tres décadas, diferencias sustanciales en las tasas de crecimiento compuesto generan rápidamente grandes cambios en el tamaño económico o el ingreso per cápita. ¿Ocurrirá algo similar con las previsiones de que se está produciendo una rápida convergencia global, o mantendrá la mayoría de los emergentes un gran diferencial positivo de crecimiento que les permita acercarse más al nivel de ingresos de las economías avanzadas?
Comprender el fenómeno del crecimiento convergente es clave para responder a esta pregunta. El comercio y la inversión extranjera directa han hecho que para los países emergentes resulte mucho más sencillo absorber y adaptar las mejores maneras de usar tecnología inventada en las economías avanzadas. El proceso se ha visto acelerado por la revolución de la información, al facilitar notablemente el acceso y la difusión del conocimiento.

Todavía hay mucho espacio “interno” para el crecimiento convergente, a medida que las empresas nacionales menos competitivas van llegando a los niveles de las más eficientes. Se sabe que al interior de los países emergentes es alta la dispersión de la productividad total de los factores. Más aún, sectores como la agricultura, la energía, el transporte y el comercio también tienen potencial de crecimiento convergente, a través de la importación de tecnología, conocimientos institucionales y modelos de organización.

Por supuesto, trastornos temporales, un empeoramiento de los desequilibrios mundiales de pagos o errores de política macroeconómica, como los realizados en las economías avanzadas y que afectan a toda la economía mundial, podrían socavar el crecimiento mundial. Pero es probable que el “diferencial de convergencia” subyacente, debido al crecimiento convergente, siga reduciendo la brecha de ingresos entre las viejas economías avanzadas y los países de mercado emergentes.

Cuanto más puedan invertir estos países, al tiempo que garantizan la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de la balanza de pagos, más rápido podrán adoptar una tecnología más avanzada y mejores procesos de producción. En ese caso, la convergencia podrá continuar al menos por una o dos décadas más. El proceso de convergencia disminuirá su ritmo, pero no todavía.



Copyright: Project Syndicate, 2012.

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