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Columnistas

Taksim y la izquierda

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 25 de junio de 2013 a las 05:00 hrs.

El pequeño parque de la plaza Taksim de la metrópolis de Estambul, en constante crecimiento, es uno de los pocos espacios verdes que han quedado en el centro de la ciudad. El 28 de mayo, un puñado de ecologistas turcos inició una protesta pacífica contra un plan de remodelación del parque que substituiría la vegetación por una réplica de un cuartel de la época otomana, un centro comercial y pisos, pero la dura represión policial provocó un movimiento cívico en masa que se ha extendido a todo el país.

El plan de remodelación del parque desencadenó una enorme protesta contra lo que un gran sector del público turco, en particular los jóvenes, considera una dirección política autoritaria y paternalista. A la rápida intensificación del movimiento contribuyó la oposición generalizada a las medidas oficiales -como las consideran muchos- para regimentar los estilos de vida, además de la frustración ante las evidentes desigualdades económicas.

De hecho, aunque fueron jóvenes ecologistas y laicos los que encabezaron el movimiento de protesta, de la noche a la mañana llegó a ser notablemente diverso y nada excluyente. También musulmanes devotos -en particular, los que creen que, gracias al desarrollo urbano de Turquía, han surgido demasiados captadores de rentas y demasiadas fortunas fáciles- se unieron a las manifestaciones, como también algunos grupos de extrema izquierda.

Un rasgo sorprendente de las protestas ha sido la distancia que los manifestantes han marcado entre los partidos políticos existentes y ellos, incluido el Partido Popular Republicano (CHP, por sus siglas en turco), la fuerza mayor de la oposición laica de centro izquierda. En ese sentido, la “sentada” de Taksim se parece a las protestas habidas en otros sitios, en particular en las democracias avanzadas, desde el movimiento ”Occupy Wall Street” hasta las protestas en España e Italia.

Desde luego, en dichas protestas hay rasgos propios de cada país, incluida, en el caso de Turquía, la reacción contra el paternalismo en materia de estilos de vida, pero los socialdemócratas deben entender por qué surgieron las protestas de forma totalmente independiente de la política existente y organizada de centro izquierda.

Los sistemas modernos de producción, en los que la tecnología de la información desempeña un papel decisivo, son totalmente distintos de las naves de las grandes fábricas que caracterizaron el nacimiento del sindicalismo y de la democracia social. El modo como se produce ahora gran parte del PIB ha hecho que a la izquierda le resulte mucho más difícil organizarse en las formas tradicionales, cosa que ha debilitado a los partidos de centro izquierda.

Sin embargo, la tecnología de la información y los medios de comunicación social mundiales han dotado de poder a los ciudadanos para superar la fragmentación social conforme a divisorias profesionales, residenciales y nacionales. En los últimos días, las intervenciones en dichos medios sobre la plaza Taksim han ocupado, según las crónicas, una parte enorme del “espacio para tuits” del mundo entero.

Sólo si reconoce la necesidad de formas de movilización muy diferentes de las del pasado, podrá la oposición democrática abordar los defectos del orden existente. Debe reconocer un fuerte deseo popular de autonomía individual, más cargos de dirección para las mujeres y los jóvenes y un mayor apoyo para las iniciativas individuales (junto con reformas de la seguridad social que la vuelvan más eficaz y nada excluyente).

Por último, el medio ambiente, el cambio climático y la solidaridad mundial serán temas caracterizadores del siglo XXI. Los Estados-nación, actuando independientemente, no pueden abordar con éxito ni la elusión legal de impuestos ni las emisiones de carbono. Se debe conciliar el renovado patriotismo que se ve en muchos sitios -como reacción ante la falta de equidad y los traslados de empresas que puede engendrar la mundialización- con la solidaridad humana, el respeto de la diversidad y la capacidad para la colaboración transfronteriza. El éxito del Partido Verde de Alemania refleja su empeño en centrarse en muchas de esas cuestiones.

Los acontecimientos que se iniciaron en la plaza Taksim son propios de Turquía, pero reflejan aspiraciones universales. Lo mismo se puede decir del imperativo que afronta la izquierda democrática.

COPYRIGHT: PROJECT SYNDICATE, 2013


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