Proyecto de ley que modifica Tabla de Factores en Isapres
Han surgido últimamente múltiples propuestas alternativas al proyecto de ley que se tramita en el Parlamento para llenar el vacío jurídico...
Han surgido últimamente múltiples propuestas alternativas al proyecto de ley que se tramita en el Parlamento para llenar el vacío jurídico que dejó el fallo del Tribunal Constitucional. El sistema Isapres cumple un rol fundamental en el desarrollo del sistema de salud en Chile. Este ha contribuido al crecimiento de un sistema de salud de un estándar que corresponde a países desarrollados. Por otra parte, al pertenecer las cotizaciones a cada trabajador, se ha dado sentido de pertenencia a una pago forzado por ley que, al igual que en el sistema de pensiones, permite a las personas obtener un beneficio en salud proporcional a su esfuerzo. El proyecto de ley en cuestión, permite resolver dos aspectos cuestionados: el primero, es la falta de información y transparencia en la aplicación de reajustes de precios. Para ello, propone crear un índice de precios de la salud más un panel de expertos, que debe proponer una banda para su aplicación. Este tema ha sido solicitado reiteradamente por parlamentarios que hoy, paradójicamente, rechazan tal idea. El segundo corresponde a la fijación de una tabla de factores por sexo y edad, en respuesta al exhorto del Tribunal Constitucional en su fallo de agosto. Ambas medidas vienen a solucionar un problema de incertidumbre jurídica que afecta a la industria y que deriva de la reforma de 2005, aprobada por quienes hoy se oponen a resolver la contrariedad creada por una ley mal concebida.
Héctor Sánchez, en esta misma página, propone la creación de un fondo compensatorio de reparto entre Isapres, como si ello fuese la panacea que permitiría cambiar las políticas referidas a preexistencias y precios del sistema privado. Ello, que además nunca fue propuesto por la comisión presidencial de expertos, desconoce cómo funcionan los seguros de salud. Cualquier fondo compensatorio es inviable puesto que significará recargar las tarifas de las personas jóvenes y las familias, los que verían día a día aumentar su carga en beneficio de una población creciente de adultos mayores. Economistas como Andrés Velasco, Engel y otros han señalado que “el problema es que los sistemas de reparto han entrado en crisis, porque el cambio demográfico los vuelve inviables”.
Tampoco se podría, sin que mediara un sistema de subsidios portables, eliminar las preexistencias. Resulta meramente teórico afirmar que un plan base y un sistema de reparto permitiría eliminar la selección de riesgos. El comportamiento oportunista de aquellos afiliados a Fonasa que están sufriendo una enfermedad hace imposible eliminar dicha barrera de entrada al sistema, sin arriesgar la estabilidad financiera de los aseguradores privados.
Me parece innecesario experimentar con los casi tres millones de beneficiarios de las Isapre, con propuestas que pondrán en peligro la estabilidad del sistema privado de salud.