La economía chilena se encuentra en un proceso de desaceleración desde fines de 2012, que se manifestó en toda su intensidad durante 2013 y que se espera se prolongue durante 2014. De un crecimiento de 5,6% en 2012, se frenó a menos del 4,2% en 2013.
Esta desaceleración tiene tres causas directas. La primera, es el fuerte freno que ha experimentado el ritmo de crecimiento de las exportaciones físicas. En 2011 la exportaciones físicas crecieron un 5,2% en términos reales; la que cayó a 1,0% real en 2012 y probablemente termine con 2,0% en 2013. La explicación de esta caída en el ritmo de crecimiento de las exportaciones es la mala situación económica internacional, especialmente en Europa, y el bajo tipo de cambio real, que le quitó rentabilidad al sector exportador. Para 2014, el Banco Central está proyectando un crecimiento de las exportaciones físicas en torno al 3,1% debido a una leve mejoría en la situación internacional. La segunda explicación es un freno en el gasto interno. Este creció a un 9,4% real en 2011, el que disminuyó a un 7,0% real en 2012, y se desaceleró a alrededor de 5,0% en 2013.
Los dos componentes más importantes del gasto interno, el consumo de las personas y la inversión, presentan frenos en sus ritmos de crecimiento. Lo más probable es que esta desaceleración continúe durante 2014 y se tenga un crecimiento en el gasto interno en torno al 4,0% real. La tercera explicación es un deterioro en los términos de intercambio. Durante 2011, los términos de intercambio llegaron a un récord histórico en los últimos cien años. En 2012, éstos cayeron en -4,8% y durante 2013 se estima una caída adicional de -2,0%. Para 2014, se espera que continúen deteriorándose los términos de intercambio. La evolución futura del precio del cobre es clave en la velocidad de este proceso.
El hecho de que el gasto interno haya estado creciendo más rápido que el producto, en un ambiente de baja en los términos de intercambio, ha deteriorado fuertemente la cuenta corriente de la Balanza de Pagos. El déficit en la cuenta corriente aumentó desde -1,3% del PIB en 2011 hasta una cifra de -3,5% del PIB en 2013. Como en 2014 el gasto interno va a crecer más rápido que el PIB, y los términos de intercambio van a continuar deteriorándose, el déficit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos debería exceder al -5,5% del PIB, situándose en niveles complejos.
Con un crecimiento del gasto interno de 4% y de las exportaciones de 3%, la expansión del PIB en 2014 debería estar en torno a 3,0%. Por ello se espera que el proceso de desaceleración continúe durante todo 2014, a un ritmo más suave.
La economía chilena se encuentra actualmente en un nivel de pleno empleo, con una tasa de desocupación en torno al 5,7% para los niveles de diciembre. Una economía que crece al 3% durante 2014, debiera ser capaz de crear alrededor de 110 mil nuevos puestos de trabajo. Por ello se podría pensar que la economía chilena debería seguir en pleno empleo durante 2014. Las medidas del nuevo gobierno, especialmente en materia tributaria, podrían alterar un poco el cuadro descrito. Ello dependerá críticamente del impacto que tengan sobre la inversión las medidas que se implementen en definitiva.