Pagos a través del celular: ¿hacia dónde va Chile?

Existen varias opiniones sobre el mundo móvil, específicamente sobre el pago vía celular. Por ejemplo, según Gartner (una de las compañías de información tecnológica más prestigiosas del mundo), en 2012 se realizarán US$ 171,5 billones en transacciones de pagos vía móviles a nivel global (60% más que en 2011).

Entonces el desafío es ¿cómo se prepararán los reguladores y las industrias para hacer frente a esta realidad?
Se ha insinuado que el siguiente paso es reemplazar nuestra billetera por el celular, lo cual, en mi opinión, es una ventaja: como consumidor no sólo debo cargar menos cosas, sino también incrementa la seguridad de mi información (estas aplicaciones tienen clave, y en caso de robo es más difícil obtener la información de las tarjetas).

En Chile se han creado iniciativas para tratar de avanzar en el tema, pero falta preparación y trabajo en conjunto, elemento clave para el éxito del ecosistema de pagos en desarrollo. Trabajar aisladamente puede generar confusión en el consumidor y, al ser una tendencia nueva en el mercado, puede incluso, provocar que el pago vía móvil falle en Chile.

Deberíamos seguir el ejemplo de Canadá, donde se han unido las distintas entidades para crear estándares comunes que toman en cuenta los input de todos los “stakeholders”.

Otro ítem relevante es: ¿qué tecnología utilizar? Si bien es discutible, basado en mi experiencia, NFC (Near Field Communication) es lo que se ha visto como más seguro en el mercado para los pagos por celular. Google Wallet tuvo problemas con su tarjeta prepago (ya lanzada en Estados Unidos), posiblemente porque la información financiera estaba en el teléfono.

La manera como los bancos y las compañías de telecomunicaciones opten por balancear sus intereses, definirá el camino evolutivo de la infraestructura de pagos por celular en Chile. Ésta va a ser una realidad en los próximos tres a cinco años, por lo que ahora es el momento para que las organizaciones empiecen a prepararse.

Las instituciones deben comenzar por la definición de la estrategia, evaluar la mejor manera de integrar a los actores que se definan en ésta, unificar experiencias internacionales, hacer un análisis del mercado actual y futuro en Chile, entre otros. Trabajo hay mucho.

¿Quién ganará?… el tiempo lo dirá.