Durante los próximos días el gobierno de Chile enviaría al Congreso el Tratado para evitar la Doble Tributación entre nuestro país y Estados Unidos. De concretarse esta iniciativa, será un importante avance en los esfuerzos por fortalecer y construir oportunidades de largo plazo entre ambos países. Este acuerdo es el resultado de una larga pero exitosa negociación concluida el 2010, luego de lo cual en mayo de 2012, la administración estadounidense envió el texto a su congreso. De este modo, con su envío al parlamento chileno, el acuerdo quedaría en la misma situación en los dos países.
Este paso fundamental para avanzar en el camino de la aprobación del Tratado, ha sido un punto importante en la agenda del embajador de Chile en EEUU, Felipe Bulnes. Lo anterior, debido a que es un instrumento crítico que afecta a las personas y empresas que invierten o desarrollan actividades en el otro país. Precisamente, es el sector de las inversiones una de las áreas en donde hay significativo espacio para crecer, con el fin de hacer que el Acuerdo de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos sea aún más exitoso. La aprobación de este acuerdo agregará dinamismo a un TLC que ha dado muy buenos resultados y que cumplirá 10 años en enero del 2014. El impulso de la Embajada para ubicar el Acuerdo en Chile en el mismo pie que en Estados Unidos, ha sido fundamental.
Pero, ¿qué significa esto para la gente de Chile y de Estados Unidos?
Lo más importante, es que facilitará el movimiento de talento entre los dos países, ya que las consecuencias tributarias personales serán menos engorrosas y más fáciles de comprender. Esta es, ciertamente, la forma más efectiva de construir entendimiento y oportunidades. El TLC otorga estabilidad y certeza a los contribuyentes respecto de su carga tributaria, así como de la interpretación y aplicación de la legislación que les afecta. Además, el acuerdo establece mecanismos que ayudan a prevenir la evasión fiscal por medio de la cooperación entre las agencias tributarias de ambos países. En definitiva hará la inversión más fácil, permitiendo que cada negocio considere las implicancias tributarias en sus decisiones de inversión. Si se deben pagar impuestos dos veces, frecuentemente significa que el retorno esperado sea poco atractivo, funcionando como una barrera para nuevas inversiones cross-border.
A medida que las empresas chilenas continúan creciendo más allá de sus fronteras, esta iniciativa puede impulsar nuevas inversiones en Estados Unidos, significando mejores y más trabajos para chilenos y norteamericanos. Pero aún existe un largo camino por delante para hacer que este tratado contra la doble tributación sea realidad. Necesita ser aprobado por los cuerpos legislativos de ambos países. En Estados Unidos, el acuerdo está pendiente junto con varios otros tratados tributarios, incluyendo los negociados con Japón, España y Hungría. Estos han encontrado dificultades, reflejando una parálisis política general en Washington. El reciente avance en el presupuesto para 2014 de Estados Unidos es un rayo de luz.
En Estados Unidos el empresariado necesitará presentar una clara fundamentación al Congreso, en el sentido de la importancia de los tratados para evitar la doble tributación, incluyendo el acuerdo con Chile. El Departamento de Comercio deberá expresar la importancia de la aprobación del tratado para realzar el éxito de la iniciativa del gobierno de aumentar la inversión extranjera directa en Estados Unidos, a través de la iniciativa “SelectUSA”. En AmCham, como parte de la comunidad de negocios, seremos activos en expresar los beneficios, para lograr mover la aprobación del Acuerdo.
En la medida que finaliza el 2013 y miramos con satisfacción una década de éxito del Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos, también decidimos continuar trabajando para hacer del 2014 un año incluso mejor para las relaciones comerciales y económicas entre los dos países, comenzando con nuestro interés y compromiso en impulsar la aprobación del Tratado contra la Doble Tributación. Esta es una, entre muchas oportunidades, que anticipamos en la relación entre Chile y Estados Unidos para el 2014 y donde AmCham procurará hacer un aporte.