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Negociar TLC en economía con arancel 0%

En el contexto de la anunciada reforma tributaria se contempla una rebaja progresiva a 0% de los impuestos aplicados a las importaciones...

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En el contexto de la anunciada reforma tributaria se contempla una rebaja progresiva a 0% de los impuestos aplicados a las importaciones. Esta propuesta tiene un costo aproximado de US$ 100 millones anuales en pérdida de recaudación, monto relevante en el contexto de la modesta reforma presentada por el gobierno y con un efecto marginal en los precios domésticos dado el alto nivel de apertura de la economía chilena.

El principal efecto de esta medida recaerá más bien en el diseño e implementación de la política comercial de nuestro país. Esta propuesta constituye sobretodo una medida de facilitación para los negocios, pues disminuye significativamente los costos de transacción asociados al comercio exterior. El ámbito más evidente será la eliminación de los requisitos de origen para los productos importados en el marco de los TLC y la simplificación de los complejos procedimientos aduaneros asociados al cumplimiento de estas normas.

Esta medida viene a sincerar la actual estructura arancelaria aplicada en el país, pues como resultado de la red Acuerdos Comerciales la casi totalidad de nuestras importaciones ya ingresan libres de arancel al país, por lo que el nivel arancelario promedio es de facto menos del 1%. Algunos desafíos en este nuevo escenario son los siguientes:
-Es fundamental mantener nuestro arancel consolidado en la OMC. Este es el nivel máximo posible que Chile tiene derecho a aplicar, por lo que constituye un resguardo y la única herramienta con la que se cuenta para eventualmente reponer este impuesto si la situación económica así lo requiriese.

-En cuanto a las negociaciones comerciales, Chile se despojará de una significativa herramienta que ha sido el centro de las negociaciones por largo tiempo, pero esto no es el fin de las negociaciones. Lo que está por verse es si disminuye el interés de nuevos socios para negociar con nuestro país. Esta medida obliga a revisar los TLC, pues aspectos como rebajas arancelarias, normas de origen o ciertos regimenes aduaneros, ya no serán relevantes.

-Esta medida pondrá más aún el foco en aquellos temas que han marcado el debate en las negociaciones más recientes, tales como derechos de propiedad intelectual, normas laborales y medioambientales, comercio de servicios y protección a las inversiones.

-La prioridad debiera ser la inclusión de normativa de alto estándar en los TLC y la innovación en las políticas de aprovechamiento de los ya existentes. Esta nueva agenda debiera incorporar: negociación de un espacio económico ampliado a través de la convergencia y acumulación de origen en los múltiples acuerdos; innovar en áreas subutilizadas de los TLC tales como compras publicas, servicios, y cooperación; monitorear y apoyar la inversión chilena en extranjero; abordar los nuevos temas que afectan el comercio tales como, el cambio climático, las regulaciones sobre inocuidad de los alimentos, y la incorporación a las cadenas de valor regionales y globales. Todos estos temas debieran abordarse con o sin reforma que, en todo caso, aún tiene un pronóstico incierto.

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