Mejorando la educación, desde la cabeza
Muchas veces nos hemos preguntado como es que el proceso de cambio positivo, entendido como aquel que por ejemplo permitiría reducir el gap...
Muchas veces nos hemos preguntado como es que el proceso de cambio positivo, entendido como aquel que por ejemplo permitiría reducir el gap de matrículas y escogencias entre los colegios y escuelas públicas y privadas, no termina de arrancar. Nuestra experiencia nos diría que las respuestas se sostienen en una curva de aprendizaje tan conocida, como elemental: la capacidad de sus directivos genera gran parte del proceso, o como decimos en nuestras clases de MBA y en nuestros libros, “lo que no está en la cabeza de los gerentes, no existe”.
Si partimos de la premisa que aquello en que los directivos no creen o no ven, no se lleva a cabo o no se concreta en sus organizaciones, convendremos en que desde la cabeza (literal) de la organización es donde deben sentarse las bases para los cambios.
Como nuestra costumbre, nos permitimos trasladar una experiencia profesional real, que nos llena de esperanza y sorprende por estos días: un grupo de directivos del área educacional de la Corporación de Municipal de Desarrollo Social de Colina se han incorporado a un programa de Dirección Ejecutiva que nuestra consultora dicta en Barcelona en conjunto con una prestigiosa Business School española. No obstante (total disclosure) en mi posición resulto ser parte interesada en el proceso, nos parecen notables las oportunidades que permiten que por primera vez en los diez años que llevamos estos programas, tengamos directivos educacionales (colegios y corporaciones) que puedan viajar a perfeccionarse al viejo continente, en un programa tradicionalmente pensado para CEO y gerentes, esta vez volcado a la educación. El cambio es notable, pues las oportunidades que se abren en las mentes de quienes han vivido este proceso formativo de primer nivel, tiene el sello indeleble de la experiencia, la vivencia: enriquecedora y profunda.
Bien por los visionarios que han apostado en la formación de los líderes de sus colegios y corporaciones educacionales, pues ellos son quienes pueden y deben modelar los cambios positivos que esperamos en la educación: son y serán el modelo de conducta de sus pares y estudiantes y podrán generar innovaciones a partir de los nuevos conocimientos, experiencias y redes de relaciones que construirán durante su estada en Europa, pero lo más importante sin duda será el aporte que harán a cambiar la educación… desde la cabeza.