Recientemente se ha reflotado un tema que no ha sido aclarado por Alberto Arenas, ex director de Presupuestos de Michelle Bachelet y actual jefe de programa de la candidata: el hecho de que la holgura fiscal que Bachelet le legó al actual gobierno era prácticamente nula y que durante su administración se ocuparon métodos de contabilización fiscal que -a lo menos- son dudosos.
Lo que ocurre es que cada año el PIB de tendencia, variable fundamental para realizar el presupuesto de la nación, es entregado por un comité de expertos externos. En 2009, por primera vez en la historia, se ocupó una cifra distinta a lo que sería consistente con lo entregado por el comité. Esto es una grave tergiversación que corroe la institucionalidad del balance estructural. Aún más grave, con estas cifras se envió al Congreso el Informe de Finanzas Públicas de 2009 que indicaba que se le dejaba al gobierno siguiente cerca de MMUS$ 7.000 para implementar su programa de gobierno (ver www.dipres.cl). La realidad fue que se dejó prácticamente cero. Esto se explica en parte por el error anteriormente descrito; pero además porque justo antes de la primera vuelta electoral de 2009, el gobierno de la época entregó el mayor reajuste real de salarios al sector público de los últimos 22 años, lo que no estaba correctamente presupuestado.
En concreto, lo que se le dejó al gobierno de Sebastián Piñera fue un déficit estructural de 3% del PIB. No sólo por las malas prácticas anteriores, sino también por el aumento del gasto público de seis puntos del PIB entre 2006 y 2009, cosa que nuevamente plantean hacer en sus propuestas de candidatura. Es bueno recordar que este enorme aumento del gasto público fue uno de los responsables que hizo caer el tipo de cambio en más de 20% en 2009, generó presiones inflacionarias entre 2006 y 2008 (que llegó a un máximo de 9,9% en octubre de 2008), y obligó al Banco Central a subir la tasa de política monetaria a un 8,25% por entonces.
La realidad es que la actual administración se encontró con todos los gastos ya hechos, y además tuvo que financiar parte de los costos del terremoto. Si las holguras que supuestamente había dejado la administración anterior hubiesen existido, se hubiese podido financiar alrededor del 80% de los costos de cargo fiscal del terremoto o implementar nuevas medidas de gasto social en educación, salud, vivienda, etc. Pero lamentablemente no existían. Y el señor Arenas debe dar explicaciones sobre aquello. No puede decir “paso”.