Chile-EEUU: desafíos para 2016E

Kathleen Barclay

Este año ha sido positivo para la relación económica comercial entre Chile y Estados Unidos. La total desgravación arancelaria del comercio entre ambos países, que se alcanzó en enero pasado en el marco del Tratado de Libre Comercio, es una muestra de la profunda y sólida relación entre las dos naciones.

Estados Unidos es el segundo socio comercial de Chile, es el destino más diversificado de exportaciones nacionales y es el mayor inversionista extranjero con un monto total que en 2014 llegó a US$29.000 millones. Adicionalmente a esta sólida relación bilateral, se sumó en octubre de este año la conclusión de las negociaciones del Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (TPP). Éste es el convenio plurilateral más importante que se ha acordado a la fecha, reúne a doce países de la cuenca del Asia Pacífico y permite acceder a un mercado potencial que equivale a 40% del PIB mundial. Éste es un paso muy significativo para Chile en su proceso de integración al mundo. Específicamente, mejora el acceso a mercados como Japón en el área de agricultura, establece leyes que eliminarán ciertas barreras no arancelarias al comercio y reglas de acumulación de origen. Además, cuenta con un capítulo especial para abordar los problemas de las PyMEs, las que representan 75% del empleo en Chile.

Todo lo anterior sin duda contribuirá a estimular el comercio exterior de Chile especialmente en el sector servicios, lo cual es fundamental para diversificar la canasta exportadora del país y así hacerla menos vulnerable a la variación del precio de las materias primas.

Otra buena noticia para la relación bilateral que trajo este año, fue la aprobación por parte del senado chileno en septiembre pasado, del acuerdo para evitar la doble tributación entre Chile y Estados Unidos. Para que este acuerdo entre en vigencia aún resta que sea aprobado por el congreso estadounidense. Para la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, éste es una de las prioridades de su agenda. Por dicha razón durante 2016 seguiremos trabajando intensamente para lograr que ello ocurra y así evitar que los inversionistas norteamericanos en Chile estén sujetos a una tasa tributaria relativa más alta, lo cual tendría un impacto negativo en la inversión.

Hace algunas semanas se logró el acuerdo de París en el marco de la Cumbre del Clima COP21, en la cual participaron 195 países -entre ellos Chile- y que debería entrar en vigor en 2016. Este compromiso busca abordar el cambio climático, combatiendo el calentamiento global de la tierra, poniéndose un límite de incremento de la temperatura de 2 grados Celsius. Así el país iniciará un año de grandes desafíos en materia medioambiental, buscando preservar los recursos naturales tan importantes para Chile y de paso resguardando su competitividad, la cual es sumamente importante para seguir profundizando la relación comercial con Estados Unidos.

Adicionalmente, el anuncio realizado por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, de establecer que 2016 será el Año de la Productividad es también una noticia positiva en el proceso de integración de la economía nacional con el mundo. En la oportunidad, destacó el incremento presupuestario del Ministerio de Economía para fortalecer el desarrollo de las PyMEs y la innovación. Este anuncio presidencial se sumó al trabajo que ya se había iniciado en este ámbito al constituirse a mediados de año la Comisión Asesora Presidencial de Productividad, organismo que será permanente e independiente y que tendrá un rol consultivo, además de ser el nexo entre las políticas públicas y privadas en la materia.

Como vemos el año que finaliza tuvo anuncios positivos y relevantes para el desarrollo futuro del país, su comercio exterior y, en definitiva, para la relación Chile-Estados Unidos. Ésta es sin duda una buena base para seguir trabajando. Y desde la perspectiva de AmCham para que tenga el mayor impacto posible es fundamental la colaboración y trabajo conjunto del sector público y privado. En este sentido, la Cámara apoyará, como ya lo ha venido haciendo, mediante la creación y participación de medidas e instancias concretas de participación público-privada. De esta manera, estaremos avanzando en nuestro objetivo de fortalecer la economía de libre mercado e incrementar la competitividad del país.