Innovación Social

José Miguel Benavente

Hace unos pocos días tuvo lugar en nuestro país el Festival Internacional de Innovación Social (fiiS). Causó bastante revuelo, no sólo por la calidad de sus participantes, entre ellos el fundador de Wikipedia, varios premios Avonni y nuestro querido Humberto Maturana, sino por la temática del encuentro.

Desde hace un tiempo la innovación social ha tomado relevancia en nuestro país. Pero qué es exactamente este concepto. No es trivial definirlo pero podría decirse que se trata de la búsqueda colectiva de soluciones, algunas de ellas de alto contenido tecnológico, a problemas que aquejan a los segmentos con menores oportunidades. Soluciones orientadas a mejorar la calidad de vida de aquellos que conforman la base de la pirámide social del país. Quizá esto siempre existió y ahora se llama de otra manera. Pero hay algunas características de esta forma de hacer innovación que son novedosas.

Por un lado, tienen que ser sustentables; financiera, económica y medioambientalmente. Es decir, no se trata de instituciones de beneficencia. Son emprendimientos que buscan crear valor privado pero buscando mejorar el bienestar de las personas y del medio que los rodea. Por otro lado, el modelo de desarrollo de las soluciones es mediante la co-creación. No se trata de soluciones llave-en-mano que alguien ofrece/impone a su nicho sino que las soluciones se van desarrollando con los beneficiarios. El método está basado en el concepto de innovación abierta donde confluyen varios actores del proceso productivo de la innovación en relaciones de confianza y justo pago por su participación. Finalmente, se trata de proyectos disruptivos y escalables que dominen tecnológica y comercialmente a soluciones existentes o bien innovaciones radicales inexistentes previamente.

Ejemplo locales abundan. Bicicletas de alta eficiencia para personas discapacitadas. Sistema de purificación de agua en base a plasma. Plataforma digital que permite vincular oferentes y demandantes de financiamiento a menor precio y escala. Desarrollo de herramientas de neuromarketing con pagos en servicios de trasporte público.

Hay características en nuestro país que potencian esta forma de innovar. En primer lugar, los problemas que tratan de solucionar, los vivimos en forma cotidiana. Al co-crear las soluciones, los beneficiarios están entre nosotros. Por otra parte, contamos con suficiente talento local para buscar soluciones ingeniosas a problemas sociales relevantes. Además, hoy el país cuenta con una excelente plataforma para realizar un buen pilotaje; el gran mercado está en el resto de Sudamérica y si no es suficiente, está todo el continente africano. También, un genuino interés en los mas jóvenes de realizarse mediante el desarrollo de actividades empresariales orientado a problemas sociales: definición de Empresas B. Y, sin duda, el apoyo de instituciones de gobierno, multilaterales y de referentes internacionales como Socialab -en sí mismo un emprendimiento social-, que permiten lograr las masas críticas, generar las confianzas necesarias y buscar el financiamiento inteligente para que este tipo de emprendimientos florezcan.