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Alto contrasteImpacto con sello emprendedor
Mariana Poblete, gerenta Selección & Crecimiento Endeavor Chile
Conmemoramos nacionalmente el día del emprendedor y pareciera que hay una sensación común de que faltan razones para celebrar, y cómo no, si muchos emprendedores han visto en peligro sus negocios producto de las consecuencias económicas que deja la pandemia. Con un 85,1% de emprendedores que se sienten afectados, según datos de la Asech, vemos como el optimismo va decayendo.
Pero antes de sentirnos derrotados es bueno entender qué ecosistema tenemos hoy, y cómo lo trabajado durante los últimos 20 años ha comenzado a rendir frutos. Algo que me hace pensar que si esta pandemia se hubiera adelantado cinco años hoy sería otra la historia.
No podemos cerrar los ojos ante el crecimiento acelerado que han tenido industrias como el e-commerce y la última milla, por ejemplo, impulsando a las empresas a digitalizarse y a subirse al carro de la tecnología y a otras a perfeccionar sus servicios para destacar. Convertirse en una "empresa sin fronteras" también ha sido uno de los grandes logros de esta pandemia.
Desde Endeavor hemos visto un fuerte crecimiento en empresas vinculadas al desarrollo sustentable con triple impacto, y al surgimiento de empresas vinculadas a los sectores de salud y bienestar, educación (edtech) y fintech. Todas buscando soluciones para las actuales y futuras problemáticas de la sociedad.
Si hace 20 años era raro escuchar hablar de emprendimiento, hoy Chile alcanza una madurez digna de aplauso. Se ha creado una red de organizaciones, universidades, aceleradoras y fondos de inversión, que trabajamos por apoyar a los emprendedores en sus diferentes etapas y de forma colaborativa apuntamos a disminuir las barreras que aún pesan.
Esto, en conjunto con el enorme esfuerzo que han puesto los emprendedores y emprendedoras nos permite ver negocios sofisticados, varios con mirada global desde el día uno, con menos barreras en conocimiento y contactos, y que pueden acceder a financiamientos tanto nacional como internacional, teniendo un crecimiento acelerado de forma más orgánica y el poder de convertirse en Scale-Up –empresas que crecen al menos 20% durante tres años, que corresponden al 1% de las empresas en Chile y generan el 40% de los empleos.
Este tipo de emprendimientos con gran potencial de crecimiento y escalabilidad, aún son pocos, pero generan un impacto enorme, en lo económico, social y ambiental, y tienen además la gran capacidad de inspirar a otros, de apoyar y reinvertir sus aprendizajes en la próxima generación de emprendedores. Hoy nuestro principal desafío es sentar las bases para tener más de este tipo de empresas.
Si bien en cuanto a equidad de género también existen desafíos pendientes, tenemos muy buenas referentes que nos enorgullecen por lo que han creado e influido en cada sector, claros ejemplos de que, aunque el porcentaje Scale-up lideradas por mujeres es menor al que quisiéramos, el impacto que cada una de ellas genera es enorme y motiva a otras a hacerlo.
Por todo esto, hoy quiero que felicitemos a los emprendedoras y emprendedoras de Chile, quienes día a día fortalecen el ecosistema y con liderazgo, perseverancia, innovación, creatividad y resiliencia se han convertido en actores clave para superar la pandemia y crecer como país.
