¡Que vuelva la paz!
Guillermo Tagle Presidente Credicorp Capital
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Guillermo Tagle
Chile vive momentos de gran tensión y dificultad. Habíamos pecado de orgullo al pensar que nuestro país era el más afortunado y tranquilo de América Latina. En el último tiempo hemos visto turbulencias y colapsos políticos en gran parte de la región: Argentina, Ecuador, Perú, Venezuela, cada uno por diversas razones. Todos han enfrentado situaciones de violencia y de extrema vulnerabilidad. En ese contexto, hasta la semana pasada nos sentíamos orgullosos de ser chilenos. Pensábamos que podríamos resolver nuestras dificultades de manera racional y pacífica. Tenemos muchos problemas y desafíos sociales por resolver, pero creíamos estar avanzando, con dificultad, lento, pero avanzando.
Nos estábamos preparando para acoger a líderes de los Gobiernos de la Alianza del Pacífico APEC en tres semanas, y a todos los líderes del planeta preocupados por resolver la crisis ambiental, en algo menos de dos meses. Y de pronto, un reajuste en la tarifas del Metro, sumado a algunas declaraciones desafortunadas de autoridades políticas, gatilló un estallido social en niveles que en Chile creíamos superados.
Ante esta emergencia hay que redoblar el esfuerzo por recobrar la paz. Es obvio que en Chile son muchos más los que están por encontrar soluciones pacíficas y que provean progreso. Son minoría quienes quieren aplicar violencia y cambios radicales, quienes no están dispuestos a dialogar y no quieren la paz. Pero cuando estamos en medio de la turbulencia, de la violencia e intolerancia, no es simple encontrar soluciones y abrir un diálogo que devuelva esa paz que todos queremos. En el pasado, la violencia se resolvía con violencia, con medidas de fuerza. Hoy eso ya no funciona así. Con una sociedad totalmente intercomunicada y cuando es fácil organizar el caos entre pocos, se requiere diálogo, unidad y apertura entre todos los que quieren construir un mejor país, para proteger y promover un ambiente de paz.
La única forma de resolver la crisis que enfrentamos es con unidad y con la fuerza de todos los que estén por el bien común. Es indispensable dejar de lado los intereses mezquinos, los cálculos electorales y abrir un diálogo generoso y constructivo, entre todos quienes tienen posiciones de liderazgo en la sociedad. Ese país más desarrollado, progresista y pacífico que creíamos tener hasta hace una semana, es algo que no podemos dejar ir, es una esperanza que no podemos olvidar.
Muchos, especialmente los más pobres, los más vulnerables, los que sufren mayores dificultades y privaciones, merecen la unidad de todos en la búsqueda de una buena solución. Chile tiene un sueño que no podemos abandonar. No es posible que la manifestación con violencia de unos pocos destruya la ilusión de muchos. Hemos recibido más de un millón de inmigrantes en los últimos años, que han elegido a Chile para vivir y tenemos el deber de no decepcionar.
La experiencia de protesta masiva que hemos vivido, nos obliga a incrementar los esfuerzos por resolver los problemas que provocan discordia. Que nos permita construir y recuperar el ambiente de “Concordia” que todos queremos para Chile (“Concordia Discors”, lema de ENADE 2019). Dado lo vivido el pasado fin de semana, la búsqueda de esa concordia, con un diálogo constructivo, se vuelve más actual y urgente que nunca. ¡Que vuelva la paz!
Tendremos que redoblar los esfuerzos, es un imperativo social resolver las tensiones que hoy dividen y aquejan la vida de nuestra querida Patria. Podemos, tenemos que lograrlo.