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Giro hacia la Casa Blanca

SERGIO LEHMANN, Economista Jefe Banco Bci

Por: SERGIO LEHMANN | Publicado: Lunes 1 de julio de 2024 a las 04:00 hrs.
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SERGIO LEHMANN

Gran parte de la atención de los mercados financieros tras el fin de la pandemia ha estado puesta en el control de la inflación y la dinámica de crecimiento global. El análisis y las miradas se han concentrado, especialmente, en cuándo y a qué ritmo la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, debiera iniciar la normalización de las condiciones crediticias, tras avanzar en recuperar los equilibrios económicos. En lo que viene, la disputa por el sillón presidencial de EEUU entre Joe Biden y Donald Trump dominará las portadas de los medios de prensa y el debate económico y político. En ese contexto, los mercados girarán su foco hacia las propuestas, estrategia y orientación de quién será el ocupante de la Casa Blanca a partir de 2025. El reciente primer debate entre los contendores marcó, definitivamente, el inicio de esta crucial carrera, con la meta puesta en noviembre.

Más allá de la personalidad controversial de Trump y sus enredos legales, así como de las dudas que se levantan por la avanzada edad de Biden, se espera una contienda ruda, tal como se observó hace cuatro años. Se reconocen diferencias importantes en el tono, estilo y estrategia en el ámbito de la geopolítica, la relación con China y en la forma de abordar la inmigración, entre otras materias. Aparece, sin embargo, un tanto relegado del debate el análisis respecto a la situación fiscal de EEUU, un tema clave para las perspectivas económicas futuras.

En el marco de la campaña presidencial de Estados Unidos, ha estado “un tanto relegado del debate el análisis respecto a la situación fiscal de EEUU, un tema clave para las perspectivas económicas futuras”.

Se ha observado en lo reciente un incremento importante en la deuda pública, producto de un muy elevado déficit fiscal, en torno a 6,5% del PIB este año y proyecciones en torno a 7% del PIB para el próximo. No se prevé por ahora un control del mismo, entendiendo además que para efectos de una campaña política no se trata de un tema particularmente popular. En esa línea, de ganar Biden no se anticipan bajas en el gasto público, mientras que Trump ha apuntado a reducir impuestos para la clase media. La deuda pública en EEUU se sitúa en torno a 125% del PIB, 20 puntos por sobre los valores de hace cinco años. De no mediar una baja en el déficit fiscal, las emisiones de deuda pública seguirán creciendo, llevando a que, con una demanda limitada de estos instrumentos, se presione al alza las tasas de interés. Ello, por cierto, tiene implicancias sobre la capacidad de crecimiento de la economía.

Esta preocupación se refleja también en las proyecciones que hacen los miembros de la Fed sobre la tasa de política monetaria de largo plazo. Se observa en su último informe, una alta dispersión en estas estimaciones. Detrás de ello se reconocerían efectos en el nivel de la tasa de interés equilibrio de la dinámica del gasto público. Si este no se rebaja, se requiere de una tasa más elevada para el control del gasto privado y, por ende, la contención de las presiones inflacionarias. Dentro de la Fed, algunos estarían precisamente viendo un escenario así, según se deduce de su visión para las condiciones monetarias futuras que entregan.

Es probable que de ser reelecta la actual administración, repita a su equipo económico. De ser Trump el ganador, será importante mirar con atención quiénes serán esta vez sus principales colaboradores, entendiendo que ello daría luces respecto a dónde pondrá el acento. ¿Habrá algún foco en el debate en torno al déficit fiscal y la evolución de la deuda pública de EEUU? Sería importante que así fuera. Señales en esta dirección serán monitoreadas con especial atención por el mercado financiero.

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