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Evaluando el TPP

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Osvaldo Rosales

No hay ambiente en el Congreso de EEUU para la aprobación del TPP. Las agrupaciones empresariales demoraron su respaldo, exigiendo modificaciones. Numerosos congresistas se suman a ello. H. Clinton desea renegociarlo y Trump y Sanders lo rechazan.

Tres son los temas que molestan al lobby corporativo. i) Protección a drogas biológicas. Se plantea otorgar 8 años de exclusividad en el mercado u otorgar 5 años de exclusividad más una serie de “otras medidas” que otorguen protección comparable. El pharma-lobby alega que en EEUU la legislación provee 12 años de exclusividad, con una definición de biomedicinas más amplia. ii) Objeciones en servicios financieros. La norma que prohíbe a los gobiernos requerir que el almacenamiento de datos se realice en servidores locales no se aplicaría al sector financiero. La otra, una que permite a Malasia discriminar inversiones en el sector financiero, en función del interés nacional. El lobby financiero pide derogar ambas normas. iii) Los gobiernos podrán rechazar demandas inversionista-Estado en el caso de tabaco, por razones de salud.

Presionado, el gobierno indicó a los legisladores que una renegociación no es posible y que sería posible “reformular” estos temas a través de side-letters o planes de implementación.

Flexibilidades adicionales que molestan a las corporaciones son eventuales resquicios en servicios financieros que limitarían el arbitraje internacional, en compromisos de trato nacional o NMF; el Anexo 11-E limitaría reclamos por “trato estándar mínimo”; las medidas no conformes cubrirían demasiadas áreas y países; la forma no vinculante en que se abordó el tema cambiario. Les molestan cambios en la disputa inversionista-Estado que expanden el espacio regulatorio en medio ambiente, bienestar público y salud (capítulo 9.15 y 9.16); en regulación de flujos de capital, permitiendo controles temporales por hasta 18 meses, renovables bajo circunstancias especiales (29.3 y Anexo 9-E); en cobertura de autorizaciones de inversión; en trato mínimo estándar; en medidas de expropiación y en pre-establecimiento (9.20).

¿Qué explica esta mayor flexibilidad del TPP? La crisis subprime y el agudo proceso de concentración del ingreso y la riqueza que vive EEUU en las últimas décadas ha potenciado un clima anti-Wall Street y anti-grandes corporaciones. En los TLCs, los demócratas imponen normas laborales y ambientales y limitan las demandas de inversionistas contra el Estado y a las corporaciones farmacéuticas en propiedad intelectual (PI). Esto explica cláusulas en PI que expresan que “nada en este acuerdo puede impedir que los gobiernos adopten las medidas necesarias para proteger la salud pública y la nutrición” (18.3); …para promover la innovación, la difusión de las tecnologías y la competencia en los mercados (18.4) y para poner en práctica cualquier avance en el acuerdo TRIPS (18.6).

El USTR enfrenta presiones corporativas y demócratas. Resultan capítulos complejos con ambigüedades que otorgan flexibilidad a los gobiernos frente a inversionistas y empresas, en la interpretación del acuerdo o en su implementación. Hay que seguir el debate en el Congreso de Estados Unidos, alertas de que no se modifique lo negociado ni directamente ni vía side-letters o planes de implementación.

El TPP mejora el acceso de nuestra agroindustria, lácteos, pesca y forestales a Japón, Malasia, Vietnam y Canadá. En inversión, flujos de capital y PI, Chile no modificará su legislación. Pero el TPP no es un pasaporte al desarrollo. Son las políticas internas las que hacen la diferencia. No diversificaremos exportaciones sin convicción en una política industrial que apoye a las Pymes. Reducir el elevado costo de los medicamentos requiere mejor regulación sobre concentración y colusión de mercado, como lo revelan las Farmacias Populares.

Aprovechar el TPP exige pasar del discurso de la diversificación exportadora a la acción, con una sólida alianza público-privada que, con visión estratégica, ayude a mejorar la calidad de nuestra inserción internacional. Escudados en la estrechez fiscal para limitarnos en innovación e infraestructura, reforzaremos nuestra cobre-dependencia, sumándonos a la larga lista de países que bordearon el umbral del desarrollo, pero no consiguieron franquearlo.

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