El Indo-Pacífico y la guerra en Ucrania

Violetta Udovik

La invasión rusa en Ucrania de 2022 ha tenido un impacto global significativo, contribuyendo a una creciente polarización en el ámbito internacional.

En el Indo-Pacífico, Estados Unidos brindó un sólido apoyo a Ucrania que superó 113 mil millones de dólares, mientras Japón aumentó su presupuesto de defensa y fortaleció colaboración con la OTAN. 11 países y economías del Indo-Pacífico proporcionaron apoyo militar a Ucrania, incluyendo ayuda no letal y en desminado: EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Camboya, Pakistán, Chile y Colombia.

“11 países y economías del Indo-Pacífico proporcionaron apoyo militar a Ucrania, incluyendo ayuda no letal y en desminado. En contraste, China adoptó una postura cautelosa, evitando condenar la invasión”.

En contraste, China adoptó una postura cautelosa, evitando condenar la invasión. En febrero de 2023, publicó un “Plan de Paz” para Ucrania que, sin embargo, no mencionaba la retirada de las tropas rusas, reafirmando la relación de China con Rusia como socio en energía y armamento, además de contrarrestar el poder de Estados Unidos. India tampoco condenó la invasión y aumentó sus compras de combustible ruso.

En el Pacífico Latino, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, fue el único líder que visitó Ucrania durante la invasión. Chile condenó explícitamente la invasión rusa, mientras que Colombia cambió su posición diplomática tras un bombardeo en Kramatorsk que afectó a tres ciudadanos colombianos. Chile y México recibieron al presidente ucraniano Volodimir Zelenski de manera virtual en sus respectivos congresos.

La situación en Ucrania plantea preocupaciones en el Indo-Pacífico, especialmente en relación con Taiwán y la disputa en el Mar del Sur de China. China mantiene su deseo constante de unificar Taiwán con el continente, promoviendo la modernización de sus fuerzas armadas y expandiendo su marina, la más grande del mundo. En el Mar del Sur de China, China ha ampliado sus áreas reclamadas y construido islas artificiales.

Globalmente, preocupa el fortalecimiento de la alianza entre Rusia, China, Corea del Norte e Irán. El ministro de defensa de Rusia recién visitó a Pyongyang y Teherán. Irán se unió a la Organización de Cooperación de Shanghái y se sumará al grupo BRICS el próximo año. Estos países enfrentan aislamiento y sanciones occidentales, buscando formar una nueva alianza para desestabilizar el orden internacional. En este contexto, el deterioro del conflicto palestino-israelí se puede considerar como un derrame de la guerra ruso-ucraniana, algo que podría replicarse en otras partes de la región, incluyendo a Asia Oriental.

En conclusión, la guerra entre Rusia y Ucrania tendrá un impacto duradero en la región y el mundo, y requerirá una coalición de países democráticos para hacer frente a las presentes amenazas, manteniendo al orden mundial basado en reglas y normas internacionales.