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DF Conexión a China | Biden se muestra con una línea dura hacia China

Demetri Sevastopulo© 2021 The Financial Times Ltd.

Por: Demetri Sevastopulo | Publicado: Martes 2 de febrero de 2021 a las 04:00 hrs.
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Demetri Sevastopulo

Después de meses de preocupación republicana por la suposición de que Joe Biden sería blando con Beijing, el nuevo Presidente estadounidense recibió elogios inesperados de uno de los principales funcionarios de línea dura hacia China después de menos de dos semanas en la Casa Blanca.

“El Presidente Biden y su equipo han tenido un gran comienzo en cuanto al tema de China”, dijo Robert O’Brien, el último asesor de seguridad nacional de Donald Trump en un evento del Instituto para la Paz de EEUU con su sucesor, Jake Sullivan.

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Tras cuatro años de turbulencias políticas, los demócratas y republicanos esperan un enfoque más estructurado durante el mandato de Biden. Pero los expertos están observando detenidamente las señales de cuán estricto será el nuevo Presidente en la relación bilateral más importante de EEUU.

La Casa Blanca dijo que Biden tendría “paciencia” mientras diseñaba su política hacia China. Pero ha dado algunas pistas sobre el rumbo futuro de la respuesta de la administración a los acontecimientos en Asia y también de las respuestas de algunos de los nominados a su gabinete en sus audiencias de confirmación del Senado.

Un claro ejemplo ha sido Taiwán. Antes de llegar a la Casa Blanca, Biden invitó a Hsiao Bi-khim a convertirse en el primer representante taiwanés en EEUU en asistir a una investidura presidencial. Tres días después, el departamento de Estado le advirtió a China que dejara de intentar intimidar a Taiwán después de que aviones de combate y bombarderos chinos ingresaran a la zona de defensa aérea de la isla y simularan ataques contra un portaaviones estadounidense cercano.

En su audiencia de confirmación, Antony Blinken, secretario de Estado, dijo que Trump había tenido razón en ser más duro con China. Posteriormente, coincidió en que la represión por parte de China de los musulmanes uigures en Sinkiang era un “genocidio”.

En el Instituto para la Paz de EEUU, Sullivan dijo que Biden colaboraría con los aliados en el tema de China. Pero dijo que estaba dispuesto a “imponerle costos a China por lo que está haciendo en Sinkiang, por lo que está haciendo en Hong Kong, y por la belicosidad y las amenazas hacia Taiwán”.

Sus palabras fueron una señal de que el Sr. Biden sería más duro que cuando era vicepresidente durante la administración Obama y los funcionarios hablaban sobre instar a Beijing a convertirse en un “actor responsable”.

“Esta hipótesis de que un mayor compromiso económico con China la convertiría en un actor responsable en el escenario mundial resultó falsa. Ésa era de formulación de políticas estadounidenses ya se acabó”, dijo Lindsay Gorman, experta en China del German Marshall Fund de EEUU. “Las expectativas de una política de Biden que sea ‘suave con China’ no se ajustan a la realidad, dadas las amenazas que enfrentan las democracias por parte de actores autoritarios en todo el mundo”.

Aunque Biden ha tomado acciones que han sido bien recibidas por parte de algunos funcionarios de línea dura, su equipo también ha generado preocupación.

En su audiencia de confirmación, Gina Raimondo, la nominada para encabezar el departamento de Comercio, se negó a comprometerse a mantener a Huawei, el fabricante chino de equipos de telecomunicaciones, en la “lista de entidades”, lo que hace que sea muy difícil para las compañías estadounidenses exportar tecnología a las compañías que se encuentran en dicha lista.

Michael McCaul, el principal miembro republicano en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, dijo que era “sorprendente y francamente inquietante” que ella no se comprometiera. En el Senado, Marco Rubio y varios otros republicanos de línea dura de la política hacia China, incluyendo Tom Cotton, también han llamado la atención sobre esto, lo cual indica un posible obstáculo para su confirmación.

Algunos críticos también hicieron sonar la alarma cuando Biden extendió el plazo límite para una prohibición —creada por la administración Trump— para que los estadounidenses inviertan en compañías con presuntos vínculos con el ejército chino. Pero algunos expertos dijeron en privado que su equipo quería tiempo para aclarar una política que creaba confusión en los mercados financieros y dijeron que era poco probable que cambiara el rumbo debido a la presión del Congreso.

“La administración Trump hizo bien en cambiar el rumbo, pero la forma en que lo hicieron fue contraproducente, muy incoherente y dispersa”, sostiene Paul Haenle, ex director para China en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) de George W Bush y Barack Obama, quien cree que Biden hasta ahora “lo había hecho bien” en el tema de China.

“El cambio en el Congreso es bipartidista. Hay demócratas que no quieren un enfoque más suave”, dice Haenle. “La clave es tener un enfoque inteligente que se alinee con los intereses estadounidenses”.

A algunos demócratas les preocupa que John Kerry, el zar contra el cambio climático internacional y amigo Biden, pueda presionar al Presidente para que se comprometa con China para alcanzar un acuerdo contra el cambio climático.

Esa preocupación también se ha aliviado un poco con el nombramiento de Kurt Campbell, quien mantiene una línea dura contra China, para coordinar la política general de Asia en el NSC, y el nombramiento de un cuadro de expertos en China de última generación que se consideran más agresivos con China, entre ellos Laura Rosenberger en el NSC, y Kelly Magsamen y Ely Ratner en el Pentágono.

“Ha surgido una nueva generación de asesores en el tema de Asia en el Partido Demócrata que adoptan un enfoque mucho más competitivo hacia Beijing”, según Sayers. “Éste es el grupo que ahora vemos pasar a puestos de nivel medio en la administración y eso es lo que me anima”.

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