De Expo Shanghai 2010 a Expo Milán 2015: logros y expectativas

En octubre de 2007, la ex presidenta Michelle Bachelet me designó en el cargo de comisionado general de Chile ante la Exposición Universal de Shanghai 2010, con la misión especial de “efectuar todas las acciones destinadas a lograr la mejor participación del país en el evento”. La Expo tuvo lugar entre el 1 de mayo y el 31 de octubre de 2010, bajo el lema “Mejor Ciudad, Mejor Vida”. El Pabellón de Chile, con 2.500 mt2, fue sede de la propuesta: “La Ciudad de las Relaciones”.



Desde la fecha de nombramiento tuve la oportunidad de liderar este proyecto en calidad de comisionado general y, a partir de septiembre de 2009, como vicepresidente de la Expo Shanghai 2010. Durante este período recibí el valioso apoyo de la Fundación Chilena del Pacífico, del Consejo Asesor Público-Privado del proyecto y de Prochile. Fueron poco más de tres años intensos, en que tuve el privilegio de trabajar con excelentes profesionales, entre ellos, Eugenio García, Juan Sabbagh, Luis Antonio Avila y, especialmente, Sergio Toro.

Chile en Expo Shanghai fue diseñado como un “proyecto país”. No representó a una persona, a un gobierno o empresa. En segundo lugar, ejecutamos este proyecto como una inversión y no como un gasto. Ha sido la mayor inversión público-privada en la región de Asia Pacífico. En tercer lugar, el proyecto representó una política de Estado en la región de Asia Pacífico. Finalmente, lo implementamos bajo los principios de la asociación público-privada, con el auspicio de empresas nacionales de nivel mundial.

Tempranamente el Pabellón de Chile destacó entre los 246 pabellones, por alejarse del formato “Movie Pavilion”, que fue la tendencia general. A la sucesión de películas, Chile propuso un “Experience Pavilion” con un recorrido libre por un interior de maderas, que desembocaba en una plaza interior provista con distintas atracciones: Pozo de las Antípodas, Muro de Chile, Auditorium, Terraza, Tronco de los Sonidos, Centro de Negocios. Todos los registros indican que el Pabellón desplegó toda su capacidad en tres ámbitos: a) Respondió al lema: “Mejor Ciudad, Mejor Vida”. b) Transmitió los principales rasgos culturales de Chile, geografía, música, rostros, paisajes, logrando curiosidad y cercanía. c) Fue una plataforma para la promoción comercial y de inversiones.

El enorme esfuerzo tuvo reconocimientos inequívocos. El premio al “Pabellón más Humano”, entregado por el Shanghai Morning Post, provino de los propios visitantes. Fue un reconocimiento del pueblo chino al diseño, la propuesta y al trato otorgado por anfitriones, gerentes y Carabineros. El Bureau de Exposiciones Internacionales otorgó a Chile el Trofeo de Oro al “Mejor Desarrollo Temático”. El premio más importante en competencia. Sabemos que incluso se debatió la entrega de un segundo Oro: mejor arquitectura interior. En Chile, este medio nos otorgó el segundo lugar en la categoría “Asociación Público-Privada”.

Ninguno de estos reconocimientos provino del azar. Hacen justicia a la propuesta, a los años de planificación y al modelo de gestión. Más de 3 millones visitas en seis meses (Chile recibió 2,7 millones de turistas en todo 2010) y más de US$ 2 millones en ventas.

Aprovecho esta ocasión para agradecer la enorme confianza depositada en mi persona por la ex presidenta Michelle Bachelet y por el actual presidente Sebastián Piñera. Esa confianza me permitió encabezar un emprendimiento extraordinario, con resultados tangibles para Chile. También agradezco el apoyo del ministro y subsecretario de RREE, Alfredo Moreno y Fernando Schmidt, respectivamente.

Aparece ahora el desafío de Expo Milan 2015 “Alimentando al Planeta, Energía para la Vida”. Un tema que dice relación directa con nuestra oferta exportable y nuestras potencialidades agrícolas y forestales (calidad y seguridad alimentaria). Por lo hecho en Shanghai y por el tema de Expo Milán, pronto Chile debería comenzar a planificar una representación de alta calidad. En América Latina, Perú y Uruguay ya han confirmado su participación.