Columnistas

Competencia y transparencia bancaria: poniéndole el cascabel al gato

Las tasas de interés que los bancos y sus divisiones especializadas cobran en los créditos de consumo han vuelto a la palestra luego de lo señalado por presidente del Banco Central...

  • T+
  • T-

Compartir

Las tasas de interés que los bancos y sus divisiones especializadas cobran en los créditos de consumo han vuelto a la palestra luego de lo señalado por presidente del Banco Central, José de Gregorio, quien calificó de “inexplicativamente altas” las tasas de interés cobradas en estos créditos. A esto se sumó un estudio del Sernac, en donde se detectaron diferencias de hasta 450% en el costo de los créditos, siendo los bancos las instituciones que presentan las mayores dispersiones en los costos totales y costos crediticios.



Asimismo, el gobierno ha señalado su intención de estimular una mayor competencia en el mercado financiero con el fin de “abaratar el costo del crédito para los chilenos”, a través de la licitación de los seguros adjuntos al crédito hipotecario y otras medidas en el segmento de créditos de consumo.

La banca, por su parte, ha salido a defenderse con argumentos en la línea de la consolidación de las bases de datos o solicitando eliminar la tasa de interés máxima convencional -la que está para los créditos de menor tamaño en niveles cercanos al ¡50% anual!-, con lo cual podrían cobrar una tasa mayor, en ningún caso menor.

Lo que está claro es que en este segmento bancario en Chile falta competencia, ya que es difícil de justificar sólo por costo de fondos, riesgo y costos de administración tasas reales mayores al 25% anual. Parte de lo anterior se debe a que parte de los deudores están cautivos porque sus garantías son poco móviles o porque deben constituir garantías universales por todas las obligaciones que éstos hayan contraído con el banco en cuestión.

Por ende, la pregunta pertinente es qué hacer para fomentar mayores niveles de competencia en nuestro mercado bancario, y la respuesta no parece ir por el lado que los bancos están sugiriendo. Por una parte, la mera consolidación de las bases de datos, aparte de expropiar un activo formado por años por las empresas del retail financiero, sólo va a permitir descremar para dejar a los clientes menos riesgosos. Por otra parte, medidas que está incentivando el gobierno, como las licitaciones públicas en la contratación de los seguros por parte de los bancos apuntan en la dirección correcta, toda vez que son conocidos los spreads sobre 100% que generan los bancos con estos servicios. En este sentido, argumentos por parte de los bancos oponiéndose a este esquema debido a que éstos pueden verse obligados a entregar información esencial de su cartera de clientes a un grupo financiero competidor, van en la misma línea que dichas instituciones están solicitando por parte de los retailers financieros en el caso de las bases de datos consolidadas.

En resumen, en la discusión de las tasas de interés hay temas de fondo en donde parte importante de las acciones deben provenir de la propia industria bancaria, por ejemplo invirtiendo en mejores tecnologías o fidelizando a sus clientes. En otros ámbitos, existe un importante rol del gobierno con el fin de facilitar la competencia, disminuyendo los costos finales crediticios y transparentando la información. Eso es, al César lo que es del César.

Lo más leído