Chile en el club de los emergentes: en las buenas y en las malas
Para un país pequeño y abierto al mundo como el nuestro...
Para un país pequeño y abierto al mundo como el nuestro, la búsqueda de pertenencia a algún grupo parece ser una constante: OCDE, Nafta, APEC, Mercosur, LatAm, Grupo del Pacífico, MILA, son algunos de los nombres que vienen a la cabeza cuando pensamos en estas asociaciones. En el mundo de las inversiones, por más que tratemos de “forzar” la pertenencia a algún grupo, el mercado ya nos tiene clasificados (¡y sin firmar ningún acuerdo!): antes que todo somos un mercado emergente.
Si bien la pertenencia al grupo de países emergentes es ampliamente discutida a nivel económico, desde el punto de vista de las inversiones es menos conocida y su relevancia en la formación de precios en el mercado local a veces es subestimada.
Al analizar los distintos tipos de fondos extranjeros que tienen inversión en el mercado accionario chileno, utilizando información de EPFR Global, se puede estimar que más de la mitad de la inversión corresponde a fondos con mandatos de mercados emergentes. La importancia de estos fondos es más evidente al analizar los movimientos de flujos de inversiones. En lo que va del año, el 67% de los flujos a Chile se explica por inversiones de estos fondos.
Muchas veces la volatilidad que vemos en el mercado local -si bien en términos fundamentales se puede explicar por un mayor o menor apetito por riesgo- desde el punto de vista de flujos, está acompañada de mayores a menores flujos hacia fondos de mercados emergentes. Estos flujos, a su vez, pueden estar desacoplados de las dinámicas internas, como crecimiento económico, resultados de las empresas o tasas de interés domésticas.
La volatilidad que vemos este año se explica en parte por esta dinámica. En los primeros meses de 2012, el IPSA subió hasta alcanzar un máximo retorno de 12,4% a principios de abril. Esto coincidió con importantes flujos de fondos extranjeros, de los cuales un 64% venía de fondos de mercados emergentes. En el segundo trimestre, la caída del IPSA borró su rentabilidad anual. La baja coincidió con la detención de los flujos hacia mercados emergentes en el segundo trimestre. Esto ocurrió a pesar de los buenos números económicos de los últimos meses.
Mirando hacia delante, creemos que un importante elemento a monitorear para determinar la dirección del mercado accionario chileno serán los flujos hacia fondos de mercados emergentes. ¿Cómo afectará la crisis europea el apetito por estos mercados?¿Logrará la desaceleración en China desalentar la inversión en ellos? Las respuestas a esas preguntas serán probablemente las que determinen la dirección del mercado chileno ya que al menos desde el punto de vista de las inversiones, somos parte del club de los emergentes en las buenas y en las malas.