Si + Pensiones

Andrés Meirovich

La llegada de José Pinera revolucionó la agenda estos últimos días. Eso sí, por nada positivo. Solo fue resaltada su locuacidad para defender el sistema de AFP’s, su ego desbordante, sus faltas de respeto en contra de Juan Manuel Astorga de TVN y un video en una conferencia en Guatemala en donde comenta que lo paran en la calle para felicitarlo por su modelo. Plop.

Independiente de la lógica que hay detrás de esta performance, en nada ayudó a mejorar el debate, sino todo lo contrario, la gente se sigue quedando con la forma, haciendo memes y recordando a la dictadura militar.

Si a lo anterior se suma, y con un papel antagónico, al líder del movimiento NO+AFP Luis Mesina, quien amenaza con quebrar el sistema si no se le hace caso, llegamos a un desastre por donde se mire.

Cuando se le pregunta a las miles de familias que fueron a la marcha por qué lo hacen y qué errores tiene el sistema, las respuestas demuestran que la gente está muy desinformada. ¿Es tan complejo exponer ventajas y desventajas? ¿Por qué es tan difícil llegar a acuerdo cuando los técnicos están claros en qué hay que hacer para mejorar las pensiones de corto y largo plazo? No sigamos generando expectativas que no podrán ser cumplidas por tratar de ganar votos. Digámoslo claramente, la estúpida reforma educacional hipotecó la opción de hacer con esos recursos cambios muchos más relevantes en el país. Y ningún parlamentario ni de izquierda ni de derecha fue capaz de levantar la voz por temor a ser menos popular.

Volvamos al sistema de pensiones, y las propuestas que creo son relevantes.

La primera es aumentar la edad de jubilación. La esperanza de vida se incrementó, por eso es inviable que ningún sistema de pensiones genere recursos para financiar 25 o 30 años de jubilación . Repitámoslo fuertemente. Ninguno. Más aun en un mercado laboral lleno de lagunas. En distintos países se está llegando a la edad de 67 años para hombres y mujeres, lo que parece razonable.

La segunda medida es la creación de una AFP estatal. De seguro será igual o menos rentable que una privada, pero al menos valida el sistema y no hace ningún daño. La tercera es poder licitar a todos los afiliados y no solo a los nuevos con respecto a las AFP en que son derivados. Hoy la comisión varía entre 0,4% y 1,4%, cuando las rentabilidades son muy similares.

La cuarta medida es terminar con Dipreca y Capredena, ya que no puede haber distinciones entre cotizantes. El Estado gasta lo mismo en pagar pensiones a cerca de 200 mil afiliados a Dipreca y Capredena versus casi 2 millones de afiliados a las AFP, lo que es impresentable. Por lo tanto, se sugiere un aumento y redistribución de lo que el Estado aporta hoy. Una medida planteada por algunos economistas es que el Estado coloque $ 1 millón en una cuenta por cada niño nacido. Esto sería US$ 400 millones de costo al año y si se asume una rentabilidad de 5% anual a 67 años, cada chileno tendría en su cuenta $ 260 millones.

La quinta medida es aumentar el porcentaje de las cotizaciones. La comisión Bravo estimó que un 14% inicial es saludable para, en el largo plazo, llegar a 18%. Hoy es un 10%.

Enfoquemos el debate en lo relevante, en cómo podemos ayudar a mejorar la calidad de vida de muchos chilenos que lo necesitan.