Andrés Meirovich

Emprendimientos, mucho más que una idea

Andrés Meirovich Director Genesis Partners

Por: Andrés Meirovich | Publicado: Martes 9 de febrero de 2016 a las 04:00 hrs.
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El emprendimiento está de moda, qué duda cabe. En los últimos años la cantidad de personas que han decidido independizarse, ya sea forzados por un despido o por mutuo propio, se ha multiplicado exponencialmente. Se espera que este año siga la tendencia anterior, más aun cuando se pronostica para este 2016 un modesto crecimiento del país, inversiones estancadas y recorte de empleos en muchas industrias, por lo que el emprendimiento pasa a ser mucho más atractivo en términos relativos.

Al momento de crear una empresa, la queja común que uno escucha de estos nuevos empresarios es la falta de financiamiento. ¿Qué tan cierto es esto?

Partamos por la banca. Aquí estamos en deuda, ya que si bien es obvio que la banca no es una fundación y busca recuperar los dineros prestados, en otros países tienen destinado cierta cantidad de recursos a negocios riesgosos. En Chile, el Bci con su programa NACE y el Banco de Chile con una alianza con Endeavor han intentado dar apoyo a estas pymes, pero todavía abarcando un pequeño número de empresas en relación a las creadas. Sería muy útil que otras instituciones financieras siguieran los pasos de los bancos antes mencionados ya que tener capacidad de deuda siempre es necesaria para partir.

Luego están los fondos públicos, liderados por Corfo, los cuales están pensados en crear un ecosistema y ayudar en las primeras fases de gestación. Esto se ha estado haciendo desde el gobierno de Ricardo Lagos y a pesar de cambios de gobierno, es una de las políticas públicas más estables que se conocen. El Estado ha sido el gran impulsor del emprendimiento en Chile con fondos semilla, Sercotec, Start Up Chile, entre otros.

El gran problema ocurre después, cuando el emprendedor debe recurrir a fondos privados para seguir creciendo. Acá la crítica es de ambos lados. Por una parte los emprendedores reclaman que los inversionistas no son como se ven en las películas de Hollywood (jóvenes, ex emprendedores, adictos al riesgo) y que la mayoría de los inversionistas chilenos son ogros que han ganado su dinero en la industria bancaria, inmobiliaria, retail o algún commodity, y que no entienden nada de nada. Y si bien está claro que los inversionistas chilenos distan mucho de sus pares norteamericanos, en la vereda opuesta (visión de los fondos de inversión) se ven emprendedores con muy buenas ideas, pero con escasas habilidades de trabajo, supuestos de venta irrisorios, pocas redes y conocimiento del mercado, con valorizaciones excesivas y creyéndose que están en Silicon Valley.

Sin una relación fructífera entre emprendedores y fondos de inversión de capital de riesgo este “negocio” no llegará a ningún lado. La base para emprender está, pero si no logramos superar esta barrera, los fondos públicos solo serán un “bono” y no una inversión país.

Faltan aquí dos cosas. Competencia y capacitación. Necesitamos que así como vienen empresas de todo el mundo a incubarse en el país, también vengan fondos de inversión del exterior a crear más competencia a sus pares locales y a traer buenas prácticas de mercados que nos llevan más de 40 años de ventaja. Por otro lado, que los emprendedores entiendan que no todo es hacer un buen pitch ni que son Rock Stars, sino que hay que poner “carne” sobre la mesa para que alguien apueste por ellos.

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