¿Teletrabajo para siempre? No, por favor
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Señora Directora:
Hoy todos apuran el tranco para implementar el teletrabajo, hasta el Contralor instó a su uso, pero en un escenario normal ¿debemos ir en esa línea? Sus virtudes son muchas: bajos costos de producción, menos tiempo en traslados, nulos accidentes de trayecto (no son pocos) y conciliar vida familiar y laboral.
El coronavirus dio a muchos la oportunidad de experimentar el teletrabajo, pero si preguntáramos a las mujeres que lo realizan bajo el mandato de sostener los servicios con regularidad, junto con atender tareas escolares, cocinar, monitorear a personas mayores cercanas y transmitir calma en tiempos de pánico colectivo, me la juego por que optarían por el trabajo regular, por la diferenciación de espacios de trabajo remunerado y doméstico que aún existe.
Bien por el teletrabajo en tiempos de crisis, pero por favor, señores legisladores, entiendan que el teletrabajo en abstracto no es lo mismo que en la vida real y menos en una sociedad que mantiene la división sexual de las tareas domésticas. Mientras termino esta carta, mi hijo me pregunta si una persona puede vivir un millón de horas, saque la cuenta, es una de sus tareas escolares.
Elisa Ansoleaga
investigadora Programa de Estudios Psicosociales del Trabajo UDP