Teletrabajo: la ley y la realidad
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Señora Directora:
Como señala la columna de Carolina Carrillo sobre la deuda legislativa del teletrabajo, publicada el jueves pasado, esa modalidad se estrenó con gran expectativa, pues permitía mantener ingresos y proteger la salud, existen numerosas falencias.
Pero éstas también son reflejo de una implementación forzada de una ley que está dando muestras de fatiga en muchos frentes. Así como el texto se refiere a la dicotomía entre “la ley y la realidad”, lo que antes eran las ocho horas de trabajo reglamentarias, hoy quedaron en un plano difuso donde ya se han normalizado jornadas de 10 o 12 horas, que borraron de un plumazo casi un siglo de reivindicaciones laborales.
Entendemos que esta es una situación extraordinaria y que prima más la estabilidad laboral que ser un colaborador sobrepasado. Pero es urgente acordar transversalmente formas de trabajo que generen sinergias, respeten límites de horarios y restablezcan prioridades. Un grave problema es la exigencia, muchas veces irracional, de que todo sea una tarea inmediata, llevando a la sensación de ineficiencia y angustia de quienes, además, deben conciliar múltiples roles.
Es momento de que las organizaciones de todos los tamaños generen espacios de reflexión con sus equipos para encontrar puntos de equilibrio, porque es muy poco probable que la legislación se nos adelante y nuestra salud mental está en juego.
Carolina Yachan
Socia CLA Consulting