Cartas

Parcelas de agrado: regular, más que prohibir

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Señora Directora:

Estar o no a favor de las mal llamadas “parcelas de agrado”, más bien subdivisión de predios rústicos, no es una discusión sencilla. Se han generado sistemas con urbanizaciones de diversa calidad. Hoy no se tiene una conciencia global de la realidad y es fácil caer en la tentación de prohibir todo.

Esta subdivisión se ha generado avalada por una interpretable y desarticulada legislación. Las operaciones de este tipo aumentaron por la pandemia y la aspiración de muchas familias por una mejor calidad de vida en un entorno natural y a un valor accesible.

Esto ha tenido consecuencias negativas medioambientales, para los servicios básicos, viales y de transporte público, etc. Es clave regularlas con una mirada multisistémica, teniendo claridad de la situación actual, haciendo un levantamiento de sus existencias.

Podemos enfrentar este desafío y transformarlo en oportunidad, incorporando áreas rurales al ordenamiento y planificación del territorio, aprendiendo de nuestra experiencia y, por qué no, de nuestros errores.

Si solamente se generan prohibiciones, y no una regulación que dé cuenta de estas distintas posibilidades, estaremos frente a una nueva versión del sillón de don Otto.

Mónica Alvarez de Oro S.

Past President Asociación de Oficinas de Arquitectos AOA

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