Ley de inclusión: sin temor al fantasma de lo desconocido
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Señora Directora:
A un año de promulgada la Ley de Inclusión Laboral, esta normativa aún ofrece un marco de acción muy abierto, donde la empresa puede cumplir a través de la contratación directa de personas en situación de discapacidad (PeSD) o bien acogiéndose a medidas alternativas, como la subcontratación de empresas que trabajen con PeSD o la donación a instituciones especializadas.
Esto permite administrar el aprendizaje y los tiempos que la organización requiere para realizar este tipo de cambios, pero deja un margen para aplazar el compromiso, delegando la responsabilidad en otro.
Para muchas empresas la nueva legislación resulta amenazante, por desconocida. Un fantasma desde el que se desprenden múltiples aristas técnicas. Por ejemplo: ¿cómo se entiende el concepto de ajustes necesarios/razonables expuesto en la ley? ¿Qué programas se generan para la nivelación o formación que requieren las PeSD para integrarse a roles con mayor especialización?
Las empresas no sólo deben ser capaces de tomar el guante, sino también de capitalizar y abordar responsablemente estos temas. Especialmente cuando hoy son los trabajadores quienes constituyen uno de los factores productivos más relevantes de una organización.
Karen Cossio
Consultora de Gestión Social
