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Cartas

Cartas al Director

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 3 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.

La caída del imperio
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Señor Director:


¡Con la deuda no se juega! Así lo cautela la sección 4 de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de Estados Unidos. La mirada del mundo financiero está puesta hoy en el escenario tendiente a reducir los abultados tres trillones de dólares del déficit norteamericano. El acuerdo sobre el límite de la deuda hasta en US$ 2,4 billones sólo por ahora aleja la posibilidad de una baja en la clasificación de la deuda norteamericana. Por lo pronto, se puede anticipar una disminución de subsidios, recorte de los gastos en defensa y de los programas de asistencia social. Se estima que la sola focalización de los beneficiarios de estos últimos programas (medicare y medicaid) permitiría rebajar en US$ 600 billones el déficit gubernamental.

Muchos analistas proyectan un escenario nefasto, más de alguno ha aventurado que la caída del imperio es inminente. Por cierto altamente probable en el corto plazo, una reducción en la clasificación de la deuda del gobierno americano, y por ende es esperable un alza en las tasas de corto plazo. Sin embargo, en un mundo de alta volatilidad con pocos refugios seguros para los inversionistas, no se puede proyectar con razonable certeza un alza en las tasas largas.

Resumiendo, para los próximos meses se avizoran vientos que soplan en pos de una depreciación del peso chileno y una nueva evidencia empírica del peligro que conlleva atender demandas sociales siempre crecientes con un incremento exacerbado del gasto público.



María Eliana Rojas 


Decana Facultad Ciencias Empresariales Universidad Autónoma de Chile


Buenas y malas noticias
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Señor Director:


Respecto al fortalecimiento de derechos de los consumidores, la clave consiste en escoger bien los instrumentos. Claro es el caso del “Sernac financiero”, que contiene iniciativas positivas, como el “Sello Sernac”, que bien diseñado puede generar incentivos positivos a las empresas. Otro ejemplo dice relación con el sistema de atención al cliente -ex Defensor del Cliente-, y de mediación con objeto que la confrontación en sede judicial sea para casos muy excepcionales.

Lamentablemente existen dos proyectos de iniciativa parlamentaria, que usan el instrumental incorrecto. Se trata, por una parte, de un proyecto que modifica la etapa de admisibilidad de demandas colectivas, y el otro, que permite la indemnización de daño moral en las mismas. Estos proyectos no sólo descansan sobre la base errónea que consumidor y proveedor son antagonistas, sino que además incentiva conflictos artificiales. Al eliminarse toda participación del proveedor en la etapa de admisibilidad, así como obligar al juez a indemnizar el daño moral, aunque éste no ocurra, lo único que se obtendrá es una verdadera “industria del litigio”, con todos los costos sociales que ello implica. Bastará reunir un cierto número de consumidores, hayan o no sido afectados, quienes concurrirán donde el proveedor para forzar un acuerdo y así no interponer una demanda colectiva. Aquél, al verse en la indefensión, tanto por la publicidad negativa como por una posible quiebra debido a los altos montos demandados, cederá al acuerdo, desvirtuándose así las relaciones armoniosas e incitándose a la confrontación. Así, la lógica correcta de judicializar sólo como última ratio en el proyecto “Sernac financiera”, no es seguida en este caso, por lo que una mala elección en los instrumentos afecta incluso a los consumidores. 


Daniel Montalva


Investigador programa Legislativo LyD


Ojo con la contradicción
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Señor Director: 


Resulta bastante ridículo ver las contradicciones a que llega la situación en Chile en materia de menores de edad.

Por un lado cuando roban, asaltan o tiran piedras personas menores de 16 años, se las libera sin cargos porque son menores sin capacidad de raciocinio: “inimputables”.

Por otro lado también son “intocables” cuando estos mismos menores se toman y destruyen colegios, impiden que quienes quieran estudiar lo hagan y llegan al extremo de considerar sus exigencias por sobre la pérdida del año escolar. ¿Por qué para cometer delitos no son pensantes y para exigir, pretender dictar leyes, presionar y reunirse con las autoridades si lo son? Curiosa manera de enseñar a nuestra juventud….



Patricia Rogers

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