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Alto contraste
Chile, un país para el emprendimiento
Señor Director:
Con un plan de apoyo a la innovación y al emprendimiento, y con uno de los niveles de renta más altos de Sudamérica, Chile se ha convertido en un mercado atractivo para el emprendedor. Lo anterior, no sólo para proyectos de base tecnológica, sino también para aquellos que aportan valor añadido a sectores tradicionales. Con el objeto de convertirse en uno de los países con mayores índices de creación de empresas, Chile ha facilitado a su tejido empresarial la conformación del negocio en 24 horas.
Es lógico pensar que si en 2012 se generaron más de 68 mil emprendedores formales y la inversión extranjera directa (IED) superó los US$ 30 mil millones (35% corresponden a utilidades reinvertidas, 33% a instrumentos de deuda y 32% a participaciones de capital), la puesta en marcha de la Ley 20.659 simplifica la constitución de las empresas, añadiendo valor a la economía chilena.
En España, con la creación de la Ventanilla Única Empresarial, el emprendedor alcanzaba una visión general y completa sobre el tema del emprendimiento, desde la maduración de la idea, elaboración del plan de empresa, fuentes de financiación, constitución de la empresa, obligaciones con el fisco, temas laborales, sensibilización ambiental, así como un registro de páginas web en la cuales encontraba información complementaria en temas de emprendimiento generando un repunte de la actividad empresarial.
Pese al panorama financiero mundial, Chile brinda oportunidades de inversión tanto a capitalistas nacionales como extranjeros, gracias a su imagen de estabilidad, competitividad y generación de empleo. No en vano se ubica como segundo destino de inversión extranjera en Latinoamérica de acuerdo con proyecciones de Naciones Unidas.
María del Carmen Sáenz Granja , Doctora en Economía y académico de la Universidad Autónoma de Chile .
Empresas en un día
Señor Director:
Con este título se refirieron don Pablo Izquierdo y doña Carolina Salcedo Claramunt los días 6 y 8 de mayo, respectivamente, al anuncio de un proyecto que permite crear empresas en un día, lo que facilitaría la iniciación de nuevos emprendimientos, muy cierto, porque acorta dicho plazo entre 30 y 45 días. Sin embargo, una vez creada la nueva empresa hay que ponerla en marcha y si se trata de una instalación industrial o cualquier otra afín, los permisos que hay que obtener para iniciar obras de construcción se caracterizan por su excesiva demora y complejidad.
La primera en la actualidad ya se mide en número de semestres y la segunda por la cantidad de trámites, informes legales y técnicos, peritajes, consultas, informes de impacto de la más diversa índole y variedad, etc., que si bien son necesarios para cumplir con la normativa vigente, pero en que la peticionaria se ve enfrentada a una burocracia muchas veces obstructiva, que demora innecesariamente las respuestas. Este último proceso se hace a veces kafkiano y prácticamente insuperable por las Pymes. Se trata de una valla vencible sólo por las empresas que a su vez tienen estructura burocrática suficiente para doblegar esa clase de obstáculo y el que tienen soporte financiero para resistir el costo y la demora, lo cual claramente hace perder competitividad y desalienta a los pequeños y a los nuevos emprendedores.
Darío Torrealba A.
Ministra Matthei
Señor Director:
La ministra Matthei ha anunciado por la prensa su retiro de la política. Junto con lamentar el hecho, pues la ministra aún es una persona joven y políticamente valiosa, me permito sugerir que en caso que sus cercanos contemplen homenajearla en su despedida de la arena política, lo hagan en una celebración distendida, muy informal, casual en todos los aspectos, por supuesto bien comida y bien regada, de manera que los participantes, y la ministra por supuesto, puedan hacer uso de un lenguaje franco, amistoso, de camaradería, quizás coloquial, donde el tan folclóricamente chileno recurso del lenguaje conocido como “garabato bien puesto”, no sea mal visto, sino bienvenido, de manera que la homenajeada se sienta del todo cómoda.
Juan Luis Hernández Viera
