¿Cuándo es el momento de una reestructuración financiera en tu empresa?
Si bien, la nueva ley no implicará un cambio inmediato en las finanzas de las pymes, genera la necesidad de mejorar la administración y el orden financiero de las mismas, "con miras a sanear las cuentas y enfrentar procesos de expansión de la mejor manera".
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La promulgación de la Ley de pago a 30 días para la pequeña y mediana empresa resultó ser una de las mejores noticias del inicio de año para el sector, pero sin duda sus efectos constituirán una oportunidad para ordenar las finanzas en este tipo de compañía.
Si bien, la nueva ley no implicará un cambio inmediato para las pymes, genera la necesidad de mejorar la administración y el orden financiero de las mismas, con miras a sanear las cuentas y enfrentar procesos de expansión de la mejor manera.
Para ello, FR Group Investment, empresa de asesoría en finanzas corporativas y en temas de reestructuración financiera, señala que "se hace indispensable contar con la orientación y apoyo en la gestión de obtención de recursos para la empresa, de manera de conciliar los flujos de la compañía con sus necesidades de financiamiento, sean de corto, mediano o largo plazo".
El gerente general de la firma, Jaime García de la Huerta, consideró que existen tres escenarios en la que toda empresa debe analizar una reestructuración financiera, con miras a dar viabilidad a la compañía y asegurar su crecimiento:
Cuando la deuda de corto plazo es superior a las Cuentas por Cobrar (CxC) más inventarios. En este escenario, posiblemente, estamos frente a un descalce financiero, lo que significa que se está financiando a corto plazo un porcentaje de capital que convendría pagar a plazos mayores y con mejores tasas.
Cuando los gastos financieros presentan incrementos importantes durante dos o más periodos. Si una empresa utiliza las líneas de crédito o registra una excesiva deuda de corto plazo, es recomendable que evalúe una reestructuración financiera de sus pasivos.
Luego de importante inversión en maquinaria, para buscar crecimiento o satisfacer nueva demanda. Ante esto, se debe analizar la posibilidad de alinear los plazos de financiamiento con la vida útil del equipamiento o maquinaria. Por ejemplo, para maquinaria con vida útil de 10 años, es recomendable que su financiamiento se extienda por ese mismo período.