Guardianes de un patrimonio heredado
Obras maestras de la generación del 13, entre ellas, Valenzuela Llanos, Pedro Lira y Pedro Luna, hasta artistas contemporáneos de renombre internacional como Roberto Matta y Claudio Bravo, conforman el patrimonio artístico del Banco Santander.
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"No somos coleccionistas de arte", comenta de entrada Claudio Melandri, gerente general del Banco Santander, quien destaca que el centenar de obras de arte de la entidad financiera corresponden a un patrimonio que comenzó a forjarse en el Banco O´Higgins, Banco Osorno, siguió con el Santiago y posteriormente con el Santander-Santiago, para luego pasar a formar parte del patrimonio de la actual institución.
"Las máximas adquisiciones las realizó el Banco Santiago (a fines de los ochenta), época en la que se configuró una colección de piezas que ofrecen vistas y paisajes de la capital. De ahí provienen las mejores obras, entre la que destaca la serie de Santiago y obras contemporáneas, las que representan cerca de un 80% del actual patrimonio", sostiene el ejecutivo.
Hoy, cien obras componen la colección, -la mayoría artistas chilenos- conformada por pinturas costumbristas de Pedro Lira o Valenzuela Llanos, piezas de extranjeros como el francés Ernesto Charton de Treville. A ellas se suman esculturas grabados, dibujos, tapices, técnicas mixtas y pinturas de figuras como Nemesio Antúnez, Juan Egenau, Mario Irarrázaval, Delia del Carril y Mario Toral, hasta chilenos reconocidos internacionalmente como Roberto Matta y Claudio Bravo. También poseen un conjunto de obras -que en su momento fueron emergentes-, las que provienen del concurso "Artistas del Siglo XXI".
"Es una colección bien heterogénea. Si tenemos una deuda es con la fotografía, pero no tenemos planes por ahora para ampliarla, pero tampoco lo descartamos", expresa.
La pieza más codiciada
Melandri comenta que las obras más importantes del patrimonio de Santander son la serie de pinturas de la generación de 1913 que reunió a los principales artistas chilenos de la primera mitad del siglo pasado, como Pedro Lira, Francisco Valenzuela Llanos, Pedro Luna, entre otras figuras que exploraron el arte costumbrista, las que en su mayoría lucen en el piso 19, sin lugar a dudas el más importante del edificio de Bandera 140, el que además de albergar la oficina de la gerencia general, cuenta con espacios para recibir a visitas ilustres y a los principales clientes.
En la oficina del gerente general, justo detrás del escritorio, destaca una obra de Pedro Lira de gran formato, la pintura preparatoria de la "Fundación de Santiago", de 1887 y que corresponde a un encargo del Gobierno de la época para exponerla en el Pabellón de Chile de la Exposición Internacional de París de 1989. La obra final está en el Museo Histórico Nacional.
"Este cuadro representa la historia, pero no está aquí porque sea el más valioso, sino porque es significativo, tiene una vista de lo que sería Santiago en la época de la Fundación. Decidí darle un sello personal a la oficina y cambié los cuadros que había por este, y por "El Crucero Prat", de Casanova, que me ha acompañado desde que era gerente de Recursos Humanos del Banco", afirma Melandri.
Mantención del patrimonio
A cargo de la gestión del patrimonio artístico de Banco Santander está Gema Swiunburg, gerente de Relaciones Institucionales de la entidad. En su figura recae la responsabilidad de evaluar las obras que les ofrecen y asesorar al presidente ejecutivo en una potencial adquisición, mantener catastrada la colección, definir los préstamos y sobre todo, preocuparse de la mantención de las piezas.
"Las obras están muy bien conservadas, como si estuvieran en un museo, están estudiadas, tasadas, catastradas y autentificadas, sólo falta publicar un libro", comenta el ejecutivo.
Melandri indica que al no tratarse de una colección, no cuentan con una política de adquisiciones. De ahí que sólo el 20% del total haya sido comprado por Banco Santander. No obstante, a la hora de hacerse con una pieza privilegian criterios como la calidad de la obra y la trayectoria del artista.
No todos los fondos están exhibidos, hay un porcentaje que está guardado a la espera de la inauguración de la nueva sede del Club Santander en Quilín -hoy en construcción- donde se destinarán algunas de estas piezas.
¿Posibles adquisiciones? "Estamos cómodos con lo que tenemos pero no tenemos la puerta cerrada", concluye.