Inversión empresarial y programas de gobierno
Mauricio Villena Decano Facultad de Economía y Empresa, Universidad Diego Portales
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Mauricio Villena
La inversión empresarial es crucial para el crecimiento económico, que generalmente se traduce en mayor crecimiento de la renta de la economía y una mejora del nivel de vida de las personas. Por ello, ante las próximas elecciones, una pregunta clave para la prosperidad futura de la nación es, ¿qué programa de gobierno es más propicio para la inversión empresarial?
La inversión empresarial –el gasto que realizan las empresas y organizaciones privadas sin fines de lucro en capital físico, es decir, activos duraderos para producir bienes y servicios– puede afectar al crecimiento de la economía a corto y largo plazo. A corto plazo, mayor inversión aumenta directamente el PIB, pues el capital físico se produce y se vende. A largo plazo, un mayor stock de capital físico aumenta la capacidad productiva global de la economía: se producen más bienes y servicios con el mismo trabajo y otros recursos. Esto es importante: el crecimiento económico a largo plazo depende del crecimiento de la capacidad productiva, más que de oscilaciones de oferta y demanda agregadas.
Junto a las condiciones económicas generales, la confianza y expectativas futuras son determinantes para la inversión empresarial. Si los empresarios prevén un aumento de ventas y mejor situación económica, es más probable que inviertan en sus empresas. Un programa presidencial que pone un énfasis desmedido en el rol del Estado en la actividad económica, y no considera la perspectiva privada, puede afectar significativamente la inversión empresarial.
Es clave para los candidatos escuchar y considerar las necesidades y aspiraciones de grandes y pequeños empresarios; ausentarse de este debate ciertamente da señales negativas para las empresas.
La inversión empresarial suele financiarse mediante préstamos y otros tipos de deuda. Por ello, los tipos de interés influyen en las decisiones de inversión; en igualdad de condiciones, cuando estos suben, el costo de la inversión (los intereses que paga la empresa) aumenta, lo que se traduce en una menor inversión en general. Esto es lo que permite que la política monetaria funcione. El Banco Central modifica el tipo de interés de corto plazo, que a su vez afecta a otros tipos de interés, a fin de afectar la inversión empresarial y el gasto de los consumidores.
Un programa de gobierno que aumente excesivamente el gasto fiscal terminará inequívocamente con mayores presiones inflacionarias y, por ende, políticas monetarias contractivas que reducirán la inversión empresarial.
Por último, cuanto más fuerte sea el compromiso y respeto a los derechos de propiedad, mayor será el incentivo para trabajar, ahorrar e invertir. En fin, más eficaz será el funcionamiento de la economía y más propicio el ambiente para el crecimiento económico. Un programa de gobierno que relativiza los derechos de propiedad, sin importar las razones de ello, no incentiva ni la inversión empresarial ni el crecimiento económico, y por ende puede afectar negativamente la calidad de vida de las personas.