Generando las bases para un cambio

Los Consejos de la Sociedad Civil son órganos autónomos y consultivos, conformados de manera diversa, representativa y pluralista por integrantes de asociaciones sin fines de lucro, que tienen relación con la competencia de la institución respectiva, y que a la vez, constituyen un mecanismo propicio para la participación ciudadana en los distintos órganos públicos. Su génesis se funda en el derecho que el Estado reconoce a las personas en la participación de las políticas, planes, programas y acciones gubernamentales.

En tal sentido, la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (SIyR), en cumplimiento con lo dispuesto por la ley N.° 20.500 sobre Asociaciones y Participación Ciudadana en la Gestión Pública, ha constituido un Consejo integrado por académicos, representantes sectoriales y profesionales expertos de la plaza que, en base a sesiones ordinarias periódicas, han realizado contribuciones a la labor de este Servicio, en particular en lo relativo a la generación y adopción de políticas e instrucciones regulatorias. Dichos aportes han sido de gran utilidad, por cuanto han permitido aterrizar y mejorar, siempre bajo una percepción ciudadana, las distintas propuestas preparadas por nuestro Servicio a ser aplicadas a los distintos entes fiscalizados sujetos bajo nuestra supervisión y control.

Asimismo, y en línea con lo anterior, cabe destacar que el Consejo de la Sociedad Civil ha presentado a la Jefatura de Servicio de la SIyR una serie de propuestas de mejoras normativas, tanto de carácter legal como reglamentaria, a ser evaluadas y consideradas por la autoridad competente. En dicha instancia se recopilaron alrededor de cincuenta proposiciones, las cuales abarcan distintos aspectos de la legislación concursal, tanto los procedimentales como los más sustantivos.

Lo anterior es una muestra de la relevancia de los instrumentos de participación ciudadana en la elaboración de políticas públicas sustentables, compromiso que esta Superintendencia ha asumido explícitamente ante la División de Organizaciones Sociales, y que de seguro servirá para mantener la vigencia de la regulación de insolvencia, así como la coherencia de ésta con la realidad socioeconómica chilena, siempre dentro de los más altos estándares técnicos.

Finalmente, debemos destacar el aporte permanente de cada uno de los y las integrantes del Consejo de la Sociedad Civil, porque a través de su participación y opinión han contribuido a la mejora de la gestión pública. Con ello, se fortalece la democracia y permite que los resultados de las políticas estatales sean más efectivos y cercanos a las necesidades de la ciudadanía.