Conexión a China | La relación Chile-China ante el coronavirus
Juan Esteban Musalem Presidente Cámara Chileno-China de Comercio, Industria y Turismo A.G.
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Juan Esteban Musalem
A estas alturas, la mayor parte de la población mundial sabe qué es el coronavirus y los esfuerzos que China está realizando a todo nivel para enfrentar su propagación. Tampoco son sorpresa las evidentes repercusiones económicas que la enfermedad provocará en el corto plazo en numerosos países, siendo China uno de los motores de la economía global.
En el caso de Chile, las autoridades económicas ya han reconocido la preocupación que genera el brote viral en los mercados locales, sobre todo en el sector minero, ya que China es nuestro principal consumidor de cobre, además de nuestro primer socio comercial. De acuerdo con ello, de no controlarse efectivamente la expansión del virus es factible vislumbrar un serio impacto en las exportaciones.
Sin embargo, es importante no caer en pánicos irracionales. En numerosas oportunidades anteriores, China le ha mostrado al mundo cómo ha logrado morigerar circunstancias similares, a través de una decidida movilización de recursos y una férrea disciplina en su población, estableciendo cuarentena en ciudades completas. Basta con ver el potente despliegue actual en infraestructura que busca levantar hospitales en apenas un par de semanas o la aprobación urgente de proyectos científicos para el desarrollo de una vacuna.
Paralelamente, las autoridades económicas chilenas, el Banco Central entre ellas, han demostrado un adecuado manejo de los instrumentos macroeconómicos en épocas de crisis, por lo que no habría por qué pensar lo contrario frente a esta coyuntura, a pesar de verse agravada por las consecuencias del estallido social del 18 de octubre.
China se encuentra hoy en la era del e-commerce, y los consumidores hacen cada vez más sus compras en línea. Es más, muchas fábricas, oficinas gubernamentales y escuelas habían planeado cierres por las vacaciones del Año Nuevo Chino, independientemente del brote de virus. Por lo tanto, es probable que el impacto negativo a corto plazo se concentre entre restaurantes, hoteles y aerolíneas.
Según analistas internacionales, la crisis de 2002 por el síndrome respiratorio agudo (SARS) tuvo un impacto de 1,1% en el PIB de China; mientras que en el PIB de Estados Unidos fue de sólo 0,1%. La experiencia acumulada desde entonces, unido a la mejor preparación de China y de la Organización Mundial de la Salud, entre otros factores, indican que el escenario más probable debiera ser mucho más auspicioso.
Desde el punto de vista científico, se espera que el brote alcance su punto máximo a mediados de febrero, para comenzar su paulatina disminución. Mientras que desde la perspectiva económica, se estima que el bajo crecimiento que la economía china registrará seguramente en el primer trimestre de este año, se vea compensado por una mayor expansión en los trimestres posteriores.
En 2020 Chile y China cumplen 50 años de relaciones diplomáticas ininterrumpidas, las que se han potenciado poderosamente con fuertes vínculos económicos. Estamos convencidos de sortear con éxito esta dificultad.
The Chile-China relationship in the face of the coronavirus
By now, most of the world's population knows about the coronavirus and the efforts China is making at all levels to address its spread. Not surprisingly, the disease will have an obvious economic impact on many countries in the short term, China being one of the engines of the global economy.
In the case of Chile, authorities have already acknowledged the concern that the viral outbreak causes in the local markets, especially the mining sector, since China is our main buyer of copper, as well as our first trading partner. Accordingly, if the spread of the virus is not effectively controlled, a serious impact on exports is foreseeable.
However, it is important not to panic. On numerous previous occasions, China has shown the world how it has managed to mitigate similar circumstances thanks to a determined mobilization of resources and the strict discipline of its people, declaring entire under quarantine. One need only look at the current powerful deployment of infrastructure, which seeks to build hospitals in just a couple of weeks, or at the rapid green light given to scientific iniciatives to produce a vaccine.
At the same time, Chilean economic authorities, including the Central Bank, have shown an adequate handling of macroeconomic instruments in times of crisis, so there is no reason to think they will do otherwise in the face of this emergency, even though it was worsened by the impact of last October's social outburst.
China has now entered the age of e-commerce, and Chinese consumers are increasingly shopping online. Moreover, many factories, government offices and schools were already planning to close for the Chinese New Year festivities before the virus outbreak. Because of this, the short-term negative impact will probably be borne by restaurants, hotels and airlines.
According to international analysts, the cost of the 2002 SARS crisis amounted to 1.1% of China's GDP (and only 0.1% of US GDP). The experience gained since those days, as well as the better preparation of China and the World Health Organization, among other factors, suggest that the current crisis will likely be much less costly.
From a scientific point of view, the outbreak is expected to peak in mid-February, and then to gradually decline. From an economic perspective, it is estimated that the low growth that the Chinese economy will probably register in the first quarter of this year will be compensated by a greater expansion in the following quarters.
In 2020, Chile and China will celebrate 50 years of uninterrupted diplomatic relations, which have been much strengthened by close economic ties. We are confident that we can successfully overcome this emergency.
Juan Esteban Musalem
President of the Chilean-Chinese Chamber of Commerce, Industry and Tourism